Luego de más de dos años de que sus casas fueron golpeadas por las tormentas Ingrid y Manuel, indígenas de la región La Montaña del estado de Guerrero levantaron la voz en contra de las autoridades por los retrasos en la entrega de viviendas y carreteras.
El Consejo de Comunidades Damnificadas de La Montaña informó que desde este lunes inician sus acciones para exponer el trato “discriminatorio” y de “defraudación” que enfrentan al menos 16,000 familias por parte de los tres niveles de gobierno.
Esas familias son indígenas Na’savi, Ma’phaa y Nauas de 185 comunidades de 13 municipios de la región de La Montaña, la zona con el mayor índice de pobreza de Guerrero y del país.
“Emprendemos acciones todas las comunidades damnificadas de La Montaña para visibilizar trato discriminatorio y defraudación descomunal, de los tres niveles de gobierno, durante la atención a la contingencia provocada por Ingrid y Manuel”, indicó dicho consejo.
Los daños sin reparar
Dentro de las afectaciones en esos 13 municipios de La Montaña está la devastación de los terrenos de cultivo, por lo que el gobierno federal determinó la implementación del programa de abastecimiento Que llueva maíz en La Montaña,
Consiste en dotar de maíz, arroz, frijol y sal a las comunidades. Sin embargo, el Consejo de Damnificados afirmó que no han recibido los granos básicos, lo que mantiene a esa área sin producción de cultivos.
De acuerdo con el censo, las tormentas causaron daños al menos 4,351 viviendas que aún no han sido entregadas, algunas de las cuales deben ser reconstruidas y otras edificadas de nuevo.
En 185 comunidades también se requieren tres escuelas y 20 centros de salud, mismos que no han sido entregados, además 49 pueblos reportan daños en sus redes de distribución de agua potable.
En el tema de infraestructura carretera, 21 comunidades reportan afectaciones en puentes colgantes, 20 puentes vehiculares destruidos y 75 comunidades con carreteras afectadas por deslave. Mientras que en infraestructura eléctrica, 39 pueblos están aún sin dicho servicio.
Hay 28 comunidades asentadas en lugares de alto riesgo las cuales, a más de dos años y dos meses, aún siguen sin ser reubicadas.
El Consejo de Damnificados de La Montaña también señaló que al menos 48 pueblos reportan afectaciones en huertos de árboles frutales, 85 comunidades en parcelas de milpa y el 90% de las huertas de café tuvieron pérdidas totales.
En 2013, el diagnóstico del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) de la Secretaría de Gobernación (Segob) fue de daños en 1,363 centros educativos y 55 centros de salud, además de 7,670 viviendas: 2,785 con daño total, 1,729 con daño menor, y 1,396 que requieren ser reubicadas.
Reconocen demora
El delegado en Guerrero de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), José Manuel Armenta, reconoció que a dos años de esas tormentas aún están pendientes por cumplir 7,000 acciones de reparación, tanto menores como totales, en su mayoría a viviendas.
El 30% de las reparaciones pendientes son por viviendas aún no concluidas, y otras a las que le falta la introducción de servicios básicos.
“Hay acciones que no se han hecho y otras que están en un proceso (…) hay entre daños menores, parciales y totales, no se imaginen que son 7,000 viviendas que no están concluidas; hay acciones que no se han hecho, que no se han concluido, que se encuentran en proceso”, dijo Armenta a Expansión.
El delegado de Sedatu dijo que en parte el retraso se debe a que algunos gobiernos municipales no hicieron la parte que les correspondía en la infraestructura de servicios básicos: energía eléctrica, agua, drenaje y pavimentación de calles.
“Las viviendas así no pueden ser entregadas, ya tenemos identificadas en donde faltan las inversiones, en donde se comprometieron los municipios pero que no se logró”, dijo el funcionario.
Otro aspecto que provocó esos atrasos es el incumplimiento de constructoras, a las que ya se les iniciaron procedimientos y acciones legales correspondientes.
Algunas constructoras no han iniciado con la edificación de las viviendas, y otras solo están a un 80%, en su mayoría en la región de La Montaña, según Armenta
“Hay casas que no han sido iniciadas físicamente, otras que tienen un avance considerable, varía desde un 30 a un 90%, y otras que están terminadas pero les hace falta la dotación de servicios”, apuntó el funcionario federal.
Fuente CNN