Cara es una perrita que resultó tan traumatizada del abuso de su dueño anterior que no puede hacer más que permanecer encerrada en un cuarto mirando hacia uno de sus muros.
Luego de rescatarla, un grupo irlandés de protección animal intentó hacerla saber que sus manos la acariciarían en lugar de lastimarla.
Sin embargo, Cara, acostumbrada a los gritos y al maltrato, le cuesta trabajo apartar la mirada del único refugio que encontró durante los años o meses de dolor físico y mental.
La veterinaria que se encargó de cuidar a la perrita declaró que, más que heridas físicas, Cara sufría de un ataque de pánico que sólo se pudo haber curado con paciencia y cariño.
El video que deja ver el lamentable estado del animal ha sido compartido por cientos de miles de personas.
Excesior