La probabilidad de que un alumno de educación básica en México tenga bajo rendimiento es mayor en los estudiantes con condiciones socioeconómicas desfavorables, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Un niño con “nivel socio-económico desfavorecido” tiene una probabilidad tres veces mayor de tener bajo rendimiento que quienes sí cuentan con recursos, dice el estudio «Estudiantes de bajo rendimiento: Por qué se quedan atrás y cómo ayudarles a tener éxito», publicado por el organismo.
“Un 71% de estudiantes desfavorecidos en México tuvo un bajo rendimiento en matemáticas en 2012, mientras que un 37% de los estudiantes favorecidos no alcanzó el Nivel 2”, detalla el documento.
Un alumno de “bajo rendimiento” es aquel que se ubica por debajo del Nivel 2 de la prueba PISA, que mide matemáticas, lectura y ciencias. Tener un Nivel 2 no es lo más positivo, pues es considerado como el “nivel básico de conocimiento”, un estrato al que pertenecen la mayoría de alumnos mexicanos.
Tanto en México como en el resto de los países de la OCDE, pertenecer a una familia en pobreza eleva la probabilidad de presentar bajo nivel en matemáticas. También las niñas, los inmigrantes, los hablantes de lenguas indígenas, los alumnos en zonas rurales están entre los grupos en desventaja.
Los «deberes» del hogar
Buena parte del bajo rendimiento de los alumnos que sufren la pobreza también se debe a factores como el tiempo que tienen que invertir en “hacer deberes”.
Mientras que el promedio de la OCDE indica que los niños de bajo rendimiento dedican un promedio de 3.5 horas a las labores extraescolares, en México el promedio fue de 4 horas. También los alumnos mexicanos que se encuentran en Nivel 2 de matemáticas dedicaron 1.3 horas más que el promedio de los otros países.
¿Qué se debe hacer para reducir el bajo rendimiento? La OCDE ofrece algunas alternativas.
En 2012, en México el 55% de los estudiantes tuvo un bajo rendimiento en matemáticas, el doble que el registrado en promedio en los otros países de la organización (23%). En lectura 41% de los mexicanos presentaban deficiencias, y 47% en ciencias.
Pero el estudio destaca que de 2003 a 2012, el país logró reducir en 11% el número de estudiantes en esa condición en matemáticas.
Para continuar y ampliar los esfuerzos, incluido el mejoramiento en lectura y ciencias, la OCDE ofrece un plan de 11 medidas:
Desmantelar las múltiples barreras de aprendizaje.
Crear un entorno de aprendizaje en las escuelas que sea exigente y ofrezca apoyo a los estudiantes.
Ofrecer refuerzo escolar a quienes lo necesiten tan pronto como sea posible.
Animar a los padres y las comunidades locales a involucrarse en la vida escolar.
Motivar a los estudiantes para que saquen el mayor provecho de las oportunidades educativas.
Identificar a los estudiantes de bajo rendimiento y diseñar una estrategia adecuada a su perfil.
Ofrecer apoyos focalizados a los colegios y las familias desfavorecidas.
Ofrecer programas de refuerzo especiales para los estudiantes de origen inmigrante, que hablen una lengua minoritaria o que provengan de zonas rurales.
Atacar los estereotipos de género y dar apoyo a las familias monoparentales.
Reducir las desigualdades en el acceso a la educación preescolar y limitar la separación de los alumnos por nivel académico.
Políticos, profesores, padres y los propios estudiantes todos tienen un papel importante que jugar para mejorar el desempeño educativo.
CNNexpansion