Además de los amigos, la familia y la personalidad, también los genes influyen en la edad de inicio de las relaciones sexuales de cada persona, demostró un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge.
Según la investigación, algunas variantes genéticas relacionadas con la madurez y el desarrollo cerebral, marcan la edad en que cada individuo inicie su vida sexual.
Para obtener esta conclusión el grupo de investigadores a cargo de John Perry, estudió los datos genómicos de 400,000 personas.
El primer análisis permitió que se lograran identificar alrededor de 38 variantes genéticas vinculadas con una edad más temprana en el inicio de la actividad sexual, así como con la edad en la que las mujeres tienen su primera menstruación, su primer embarazo y el número de hijos.
“Hasta ahora en la edad precoz de las relaciones sexuales sólo se tenían en cuenta factores socioeconómicos o educativos, pero quizás en el futuro se pueda clasificar a los individuos de riesgo también en función de su perfil genético”, comentó al respecto el doctor Ignacio Blanco, vicepresidente de la Asociación Española de Genética Humana.
El especialista coincide con el estudio de John Perry y considera que más allá de los factores sociales y culturas, la genética influye en la edad en que una persona tenga su “primera vez”.
Mencionó que existe un gen llamado CADM2, que es el encargado de controlar la actividad cerebral y las conexiones neuronales, y que se le ha relacionado con el hecho de que algunas personas tengan mayor predisposición a tener comportamientos en experimentar riesgos.
“Algunos de estos genes están relacionados con los receptores de estrógenos, lo que podría explicar, por ejemplo, que los individuos con esta variante tendrían más probabilidad de que el óvulo anide y tengan hijos de forma precoz”
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