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México

Pemex pierde 712 mmdp

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La pérdida neta de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el 2015 fue de 712 mil 567 millones de pesos, tras la dictaminación de los resultados financieros anuales y conforme al informe que la estatal entregó al Senado de la República, lo que implica que perdió 191 mil millones de pesos más que los reportados en sus informes preliminares (36% más), luego de que sus costos de ventas resultaron 24% superiores, es decir, por 249 mil millones de pesos adicionales.

Con ello, el patrimonio de la estatal se deterioró en otros 191 mil millones de pesos, resultando negativo por 1 billón 331 mil millones, una pérdida en valor de 73.4%, si se compara con las cifras al cierre del 2014.
Esta pérdida neta resultó 168% superior a la del año anterior (1.7 veces más), causada principalmente por los bajos precios del petróleo.

«Pese a la reducción del costo del pasivo laboral y a menores derechos e impuestos, la pérdida neta se generó debido a una reducción en los ingresos ocasionados por la caída internacional en el precio del crudo», precisó Pemex en el reporte al Congreso.

Tras la dictaminación de los resultados, elaborada por un comité de auditores externos designado por el consejo de administración de la empresa, los ingresos netos de Pemex se mantuvieron sin cambios con relación a los resultados preliminares, en 1 billón 166,000 millones de pesos; sin embargo, la pérdida bruta tras los costos operativos disminuyó en 20,430 millones, la pérdida cambiaria fue menor en 400 millones, los impuestos también se redujeron, en 61,730 millones de pesos y el costo financiero de la empresa permaneció igual.

La pérdida también se debió «al aumento de las pérdidas cambiarias causadas por la depreciación del peso respecto del dólar y al reconocimiento de deterioros de activos por 447,900 millones de pesos, debido a la caída de los precios de hidrocarburos

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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