El planeta podría aumentar su temperatura dos grados centígrados más para finales del siglo 21, aseguró el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Carlos Gay García.
«Hay altas probabilidades de que tengamos que vivir con dos grados más para fin de siglo y esto significa una ‘barbaridad'», señaló el especialista en una conferencia de prensa.
El responsable del Grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del Centro de Ciencias de la Atmósfera mencionó que se trata de un aumento global, sin embargo, subrayó que afectará a los países de forma distinta.
«Y no estamos hablando de lo que le va a pasar a México localmente, de lo que le va a pasar al Mediterráneo, a los brasileños o argentinos, estamos hablando de dos grados que pueden significarse bastante, más en distintos lugares del planeta», señaló.
En la conferencia, en el edificio Mario Molina de Ciudad Universitaria, el investigador explicó que prueba de ello es el aumento de las temperaturas que se registraron en los últimos siete meses.
«Enero, febrero, marzo y abril de 2016 han batido récord, todos han sido más calientes que el mismo mes en el récord y resulta que desde 2015, octubre, noviembre y diciembre, fueron más calientes comparando esos meses con años anteriores», detalló.
Gay García citó la publicación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos que en días pasados informó de que el mes de abril de 2016 fue el más caluroso desde 1980, cuando comenzaron a realizar las mediciones.
«Este mes de abril ha sido 1.1 grados centígrados más caliente que el promedio. Se calentó cinco veces lo que se había calentado en el pasado», explicó.
El también coordinador del Programa de Investigación de Cambio Climático de la UNAM apuntó que el dióxido de carbono es el factor de mayor importancia en el calentamiento del planeta.
«Tendríamos que estarnos preparando para esto, porque (el cambio climático) tiene implicaciones en la salud, en la administración del agua, la falta de comida, etcétera», advirtió.
El investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera señaló que la brecha en la adaptación crece cada día más, sobre todo en países de escasos recursos.
«Los costos a la adaptación al cambio climático van a ser mayores en el tercer mundo, que en el primer mundo. Países en vías de desarrollo y en países tropicales les va a costar más adaptarse», aseguró.
El investigador propuso que para enfrentar el problema, los gobiernos tendrían que invertir más en investigación y en tecnología, así como en prevención de desastres y un cambio de pensamiento estratégico en la toma de decisiones.
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