Seguramente a Enrique Ochoa Reza no le falta olfato político después de ser Consejero Electoral del IFE en 1997, y secretario particular de la presidenta del TRIFE del 2007 al 2011.
Con ese palmarés habrá que asumir que el director de la Comisión Federal de Electricidad se prestó a conciencia a la maniobra electorera del gobernador César Duarte Jáquez que implica el bajón de tarifas de luz eléctrica, a cuatro días de los comicios en Chihuahua.
¿Cuál es la urgencia para no aguantar al lunes 6 de junio? Por favor que se ahorren la explicación: “El país no puede detenerse por elecciones”.
Polémica la jugada de uno de los operadores de la Reforma Energética, lo marcará como timonel al servicio del partido, en el mejor de los casos, en la víspera de la turbulenta elección presidencial.
Subir el switch del CFE a favor de Duarte y del candidato del PRI al gobierno del estado, Enrique Serrano, mediante un beneficio retroactivo al 1 de mayo que se verá reflejado en el recibo de la luz de junio, en algunos casos con saldo a favor, es en realidad un costo cargado a los contribuyentes que asciende a 266 millones de pesos, gestión operada en el calendario electoral por la bancada del PRI chihuahuense con el secretario de Hacienda de Luis Videgaray Caso, padrino político de Ochoa Reza.
Maniobras de este tipo contaminan aún más la atmósfera que obstaculiza el brinco al Sistema Nacional Anticorrupción efectivo, atrapado por la Comisión Anticorrupción y de Participación Ciudadana presidida por el senador del Partido Verde Pablo Escudero.
Evidentemente nos enfrentamos a nuevas formas de corrupción a través de programas gubernamentales, en este caso avalados por la CFE, como un sistema de complicidades para proteger César Duarte mediante un resultado electoral favorable, el gobernador investigado por la Unidad de Análisis Financiero de PGR sobre recursos federales en depósitos por 80 mil millones de pesos que realizó el gobierno de Chihuahua a la sociedad financiera Unión Progreso, institución que derivó en el Banco Progreso en el cual el mandatario chihuahuense invirtió recursos propios y donde su secretario de Hacienda Jaime Herrera Corral es abogado y accionista.
La maniobra burda Duarte – Ochoa revela el nerviosismo, y es directamente proporcional a las posibilidades de un revés en las urnas, ya se dieron los primeros síntomas: después de darse a conocer la intención de bajar las tarifas de luz, un grupo de empresarios de Ciudad Juárez, impulsores del candidato independiente José Luis “Chacho” Barraza, se sumó al panista Javier Corral Jurado.
Notorio el movimiento cuando el priista Enrique Serrano fue alcalde de la ciudad fronteriza, sin embargo también habla del rechazo a las viejas prácticas electoreras y a la perversidad de jugar con la necesidad de los ciudadanos, enfundada en la botarga de programas sociales.
Ahí está el Informe de Transparencia Internacional sobre la Percepción de la Corrupción fechado en Berlín 2015, obtuvimos escasos 35 puntos de 100, por debajo de Brasil, Cuba, Turquía, Panamá y Trinidad y Tobago, esto es, el número 22 de Latinoamérica, a nivel de Filipinas y Armenia.
César Duarte dijo “Hágase la luz” y Enrique Ochoa la puso bara bara, al servicio del electorado.
Por: Hugo Paez
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