Conecta con nosotros

Deportes

¡Sexo en la villa olímpica! El escándalo que tiene conmocionado a Río 2016

Los Juegos Olímpicos siguen dando de qué hablar y no sólo por las medallas y las buenas actuaciones, pues los escándalos están a la orden del día y recientemente se acaba de desatar, tal vez, el más fuerte de todos, ya que informaron que dos deportistas brasileños tuvieron sexo la noche previa a una competencia importante.

En Brasil varios medios han detonado la historia, debido a que Ingrid de Oliveira solicitó a su compañera en clavados, Giovanna Pedrosa que le dejara la habitación sola para recibir a un acompañante, quien fue el participante de remo, Pedro Goncalves.

Aunque Oliveira terminó por convencer a Pedrosa de salir del cuarto por un largo rato, ésta no se quedó callada y fue quien denunció ante los directivos locales lo que había sucedido, pues al día siguiente ambas compitieron en clavados y quedaron en la última posición, lo que hizo “estallar” el escándalo.

Varios medios señalan que entre Oliveira y Pedrosa existía una mala relación desde hace tiempo, sin embargo acordaron limar asperezas para cumplir con un buen papel en los Juegos Olímpicos, lo cual no ocurrió y terminó por poner en entredicho la falta de profesionalismo de dos atletas brasileños que por el momento no saben cuál será su destino y los dirigentes tampoco han salido a dar su versión.

 

Publimetro

Deportes

Dodgers se enfrentan al ICE: rechazan uso del estadio como base para redadas migratorias

En un acto sin precedentes, los Dodgers de Los Ángeles negaron este jueves el acceso a vehículos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, en lo que representa una clara postura frente a las redadas migratorias que han estremecido a la comunidad latina en California.

La organización deportiva, considerada uno de los símbolos más influyentes de la ciudad, emitió un mensaje contundente a través de su cuenta oficial en X: “Esta mañana, ICE agentes llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El juego de esta noche se jugará según lo programado.”

Fuentes locales señalan que los vehículos del ICE —algunos adaptados para operaciones logísticas y detenciones— habían intentado establecer una posible área de concentración temporal cerca de la Puerta E, en Elysian Park, como ha sucedido en otras zonas como Hollywood o Pasadena. Sin embargo, la administración del equipo, respaldada por el carácter mayoritariamente privado del inmueble, ejerció su derecho de admisión para frenar el intento.

Parte del terreno del estadio sigue en manos del expropietario Frank McCourt, pero la decisión final fue consensuada dentro de la directiva del club, que ha enfrentado presión en días recientes para asumir un rol más activo frente a las detenciones migratorias.

Ese mismo día, se esperaba que los Dodgers presentaran un plan de apoyo a organizaciones que brindan asistencia a inmigrantes afectados por redadas. Lo ocurrido marca, según activistas y medios locales, “la primera respuesta contundente” del club en defensa de su afición migrante, históricamente base fundamental de su identidad y legado.

Alrededor de dos decenas de manifestantes se congregaron de manera pacífica frente al estadio para exigir el retiro del ICE y mostrar solidaridad con las comunidades afectadas. La Policía de Los Ángeles (LAPD), a solicitud del equipo, mantuvo a los manifestantes fuera del acceso principal.

La concejala Eunisses Hernández, en declaraciones posteriores, criticó la presencia de ICE en zonas cercanas al estadio y celebró la decisión de los Dodgers al señalar: “Propiedad privada es diferente. Pueden decir: ‘no en mi propiedad’.”

También hubo pronunciamientos dentro del vestidor. El pelotero puertorriqueño Kiké Hernández expresó públicamente su respaldo a la comunidad migrante, sumándose al mensaje de inclusión que la organización ha querido reforzar.

Pese a la tensión, el encuentro entre Dodgers y Padres se celebró sin contratiempos, con gradas llenas y sin alteraciones en el campo. Pero el gesto del club no pasó desapercibido: en una ciudad donde la inmigración es parte esencial del tejido social, los Dodgers han decidido no quedarse al margen.

Lo sucedido podría marcar un precedente sobre el papel que equipos deportivos pueden asumir ante políticas migratorias controvertidas. En un momento donde el deporte y la política se entrelazan más que nunca, los Dodgers no solo jugaron un partido este jueves: también fijaron una postura.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto