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México

Niños indígenas en Veracruz, sin alimentos por recortes de Duarte

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Más de 150 niños indígenas del albergue Telpochcalli, ubicado en la comunidad de Temaxcalapa, municipio de Zongolica, se manifestaron por la falta de alimentos debido a que el gobierno de Veracruz encabezado por Javier Duarte adeuda alrededor de ocho millones de pesos a proveedores.

Los niños indígenas, que estudian en la Secundaria Técnica 101, exigieron que las autoridades estatales paguen para que la estancia vuelva a tener alimentos, de acuerdo con el portal, Plumas Libres.

Los estudiantes protestaron en la ciudad de Xalapa junto a sus padres y profesores, donde realizaron un bloqueo en las calles Juan de la Luz Enríquez e Ignacio Zaragoza y pidieron a Duarte que reanude la aportación de recursos que desde hace año y medio dejó de entregar, para que los proveedores vuelvan a proporcionar alimentos al albergue.

“De aquí no nos vamos a ir hasta que nos atiendan, porque estamos hartos de que nuestro gobernador se haya quedado con un dinero que era para que nosotros pudiéramos estudiar y comer”, señalaron los manifestantes.

Cabe resaltar que la Sierra de Zongolica es una de las regiones que padece los mayores índices de marginación en el país, ya que no tiene acceso a servicios básicos de luz, agua, drenaje, educación y salud.

“Si a esto se le aumenta el grado de aislamiento en que se encuentran los pobladores, la pobreza extrema, el difícil aprovechamiento de los recursos naturales, la diferencia cultural cuyo rasgo más notable es el monolingüismo en idioma náhuatl, comunicaciones deficientes y escasos servicios públicos, nos da como resultado una verdadera tierra olvidada por Dios”, señala un estudio hecho por la Universidad Veracruzana.

 

Publimetro

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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