El presidente de Guatemala pidió este jueves una reforma del sistema de albergues juveniles en el país, tras el incendio en un abarrotado centro estatal para menores en el que murieron al menos 37 niñas. Mientras, las familias de las víctimas empezaban a recibir los cuerpos de las jóvenes.
El albergue, a las afueras de Ciudad de Guatemala, alojaba a unos 800 menores y mezclaba delincuentes juveniles con víctimas de abusos. Parientes y funcionarios dijeron que el fuego comenzó cuando algunas jóvenes prendieron fuego a los colchones para protestar por los abusos en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Las llamas se extendieron por la división femenina del centro, donde algunas chicas estaban encerradas en un dormitorio tras un intento de fuga.
«Este es un sistema rígido que se vuelve insensible», dijo el presidente, Jimmy Morales, añadiendo que hay 1.500 niños en centros públicos en toda Guatemala, de los cuales la inmensa mayoría tiene familia.
Morales pidió que el sistema se descentralizara. Pese a sus promesas de cambios, cientos de personas se reunieron ante la sede de gobierno y pidieron la renuncia del mandatario.
Este viernes, se dio a conocer que Dos menores más murieron durante la madrugada tras el incendio esta semana del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, a unos 25 kilómetros al sureste de Ciudad de Guatemala. Diecinueve de las víctimas fallecieron en el lugar y 18 en centros de atención.
Más de una decena de niñas aún se encuentran en estado crítico, con quemaduras muy graves.
Las autoridades creen que el fuego del miércoles fue provocado por algunas menores que fueron aisladas horas antes tras un motín e intento de fuga de decenas de internos, que acusaban supuestos abusos y malas condiciones.
Una hipótesis es que las niñas prendieron fuego a colchonetas para protestar por el aislamiento, lo que desató el incendio.
Una funcionaria de derechos humanos y una trabajadora del albergue dijeron que los custodios habían encerrado a decenas de niñas en un cuarto sumamente reducido.
Las autoridades están siendo cuestionadas por las malas condiciones en el hogar, que alojaba a más de 500 menores, pese a tener capacidad para 400, según datos oficiales.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.