Entre la Puerta de Brandenburgo y el Reichstag, que es el centenario edificio donde sesiona el Parlamento alemán, hay en forma permanente una serie de cruces blancas con los nombres de varios de los muertos por soldados germanorientales cuando trataban de huir de Berlín Oriental a Berlín Occidental.
El caso más dramático es el de Chris Gueffroy, quien fue baleado por guardias germanorientales al tratar de correr a Berlín Occidental a través de la llamada Franja de la Muerte. Tenía 21 años.
Los cuatro soldados germanorientales que le dispararon y que lo dejaron desangrarse en la Franja de la Muerte fueron condecorados por las autoridades de la entonces República Democrática de Alemania (RDA), también conocida como Alemania Oriental.
Los hechos sucedieron el 5 de febrero de 1989. El drama reside en que nueve meses después tuvo lugar en forma inesperada y pacífica la apertura de la frontera interalemana el 9 de noviembre de ese año, lo que hoy se conoce como la caída del Muro de Berlín. Sin embargo, nadie imaginaba en febrero de ese año que el muro iba a abolirse.
En el 28 aniversario de la caída del muro no tuvo lugar este jueves una conmemoración oficial de ese suceso, sino una breve ceremonia en el Memorial del Muro en la Bernauer Straße, en el barrio berlinés de Wedding. El alcalde de Berlín, Michael Müller, la encabezó.
En la Capilla de la Reconciliación, que se encuentra en ese Memorial, muchas personas colocaron rosas para conmemorar a quienes murieron al tratar de llegar a Alemania Occidental, la República Federal de Alemania (RFA).
Víctimas del Muro de Berlín es el nombre genérico con que se designa a las personas que perdieron la vida entre el 13 de agosto de 1961, día en que fue construído, y el 9 de noviembre de 1989, cuando dejó de ser vigente como frontera hermética entre las dos Alemanias. No hay un número oficial de esas víctimas, sino que las cifras varían según la fuente.
En cambio, hubo alemanes orientales que pudieron huir de la entonces RDA ayudados por ciudadanos de la RFA, durante los años del muro. Uno de los que colaboraron para sacar alemanes orientales de la RDA y que participaron en la construcción de túneles para que se llevaran a cabo las fugas, es Peter Schulenburg, abogado berlinés que hoy tiene 78 años.
Cuando era estudiante de Leyes y tenía 24 años, fue uno de los colaboradores para la construcción de varios túneles, todos con el mismo fin. Una de esas construcciones subterráneas fue el Túnel 57, por el que él y sus amigos consiguieron sacar a 57 alemanes orientales, razón por la que se le designó con ese nombre. Era la década de los 60.
Schulenburg fue también uno de los alemanes occidentales que se subió al muro de Berlín frente a la Puerta de Brandenburgo en noviembre de 1989, pasmado y feliz de vivir ese giro de la rueda de la Historia. Fue uno de los muchos que tiraron el muro con ganchos y mazos a partir de esa noche.
Este jueves no hay ceremonia de conmemoración de la Caída del Muro, pero muchos, como Schulenburg, lo viven como un día muy especial.
El 8 de noviembre de 1989 se llevó a cabo una conferencia de prensa en Berlín Oriental. Eran días en que la huída de alemanes orientales de su país estaba alcanzado cifras fantásticas y la RDA se tambaleaba. Había prensa internacional que seguía el curso de los acontecimientos.
Günter Schawobski, miembro del Politbüro de la RDA y su portavoz no oficial, era la personalidad que la encabezaba. En un encadenamiento de sucesos que nunca han quedado del todo claros. Schawobski, quien hacia declaraciones en esos momentos, recibió un hoja de papel que alguien le pasó por detrás.
El texto decía, con letra manuscrita y en un lenguaje burocrático, que a partir de la medianoche entraba en vigor una nueva reglamentación oficial para viajar fuera de la RDA, sin necesidad de tramitar visa. Muchedumbres de alemanes de oriente y occidente que escucharon la transmisión en televisión en vivo de la conferencia de prensa acudieron al muro para esperar la medianoche. Habían entendido: acababa de “caer” el Muro de Berlín.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.