Una mujer de 49 años es la primera persona con cáncer de mama avanzado y metástasis en otros órganos que logró desaparecer todos sus tumores gracias a la inmunoterapia. Identificada con el número 4136 a fin de preservar su identidad, la mujer pasaba por un grave cáncer de mama que no respondía a terapias convencionales con quimioterapia o tratamientos hormonales.
Así, dentro de un ensayo clínico de pacientes con metástasis, los médicos del departamento de cirugía del Instituto Nacional de Cáncer en Estados Unidos analizaron muestras de sus tumores y extrajeron de ellos linfocitos, células del sistema inmune.
Los médicos secuenciaron el genoma completo de uno de los tumores de la mujer e identificaron 62 mutaciones en este. Cada uno de estos errores en el ADN puede generar fragmentos de proteínas conocidos como neoantígenos.
Así el equipo analizó los linfocitos de la paciente en cultivos celulares, seleccionaron aquellos en que eran capaces de identificar cuatro de las moléculas mutadas (los errores en el ADN) y dejaron que se multiplicaran en cultivos de laboratorio.
La paciente recibió una sola inyección que contenía miles de millones de linfocitos seleccionados a partir de una base del perfil genético del tumor, que se suministró junto a un tratamiento de interleucina, un tipo de tratamiento que ayuda a estimular la supervivencia de los linfocitos, y también recibió otra inmunoterapia basada en inhibidores de punto de control.
El resultado, que se publica en las páginas de la revista Nature Medicine, mostró que los tumores en la mama, el hígado y otras partes del cuerpo de la mujer desaparecieron por completo, y ahora, lleva dos años sin rastro de cáncer.
El trabajo científico liderado por Steven Rosenberg asevera que gran parte de la efectividad del tratamiento se debe al transplante de células inmunitarias seleccionadas y no a la inmunoterapia tradicional que no ha mostrado efectividad frente al cáncer de mama. El equipo ya había desarrollado tratamientos en contra del melanoma con una elevada efectividad.
Además, apuntan que este tipo de tratamientos tienen una efectividad especial porque adiestran al sistema inmune del paciente para que aprenda a reconocer y aniquilar las células de cáncer que funcionan principalmente en tumores que acumulan un gran número de mutaciones genéticas en poco tiempo: el melanoma y los tumores de pulmón causados por tabaco, entre ellos.
El trabajo de investigación forma parte de un ensayo clínico que utiliza esta terapia celular contra tumores avanzados con metástasis y una baja tasa de mutaciones en 300 pacientes. Según datos preliminares obtenidos, también ha habido resultados positivos en pacientes con cáncer de hígado y de colon, otros dos tipos de tumores con menos mutaciones y menor respuesta a la inmunoterapia convencional.
Los médicos señalan que el análisis del genoma completo de las células tumorales permite identificar qué pacientes pueden responder a este tipo de terapia y cuánto, aunque es algo que aún tiene que confirmarse en otros pacientes para demostrar que no se trata de un caso aislado.
Laszlo Radvanyi, presidente del Instituto de Investigación del Cáncer en Ontario, Canadá dice que el tratamiento se trata de una respuesta “sin precedentes en un cáncer de mama tan avanzado”.
“Estamos en la cúspide de una revolución en la que se conseguirá el complicado objetivo de combatir la plétora de mutaciones en el cáncer gracias a la inmunoterapia”, escribió Radvanyi en un comentario abierto en la publicación científica.
Hasta ahora la inmunoterapia convencional basada en anticuerpos que estimulan al sistema inmune no había funcionado en el cáncer de mama, pero este es un primer ensayo con el cual los médicos se permitirán estudiar esta alternativa.
Con información de El País.