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Cocinan expulsión del senador Ernesto Cordero del PAN

Se cocina en el Partido Acción Nacional (PAN) la expulsión de Ernesto Cordero, quien pidió a la Procuraduría General de la República (PGR) que investigue por lavado de dinero a ¡su candidato presidencial, Ricardo Anaya!

La dirigencia blanquiazul reprochó al senador de hacer el trabajo sucio del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en contra del candidato presidencial de la coalición “Por México al frente”.

«Es una lástima que el senador Ernesto Cordero siga prestándose, burdamente, a hacerle el juego sucio al PRI. Es cómplice de quienes han saqueado a este país con su corrupción», aseveró el presidente Nacional del PAN, Damián Zepeda Vidales.
De acuerdo con el líder panista, Cordero Arroyo ha apoyado en múltiples ocasiones al candidato del PRI, lo cual es violatorio de los estatutos del PAN, así como una contradicción con sus principios y valores, razón por la cual su expulsión del partido es inminente.

Zepeda consideró que la denuncia que se presentó en contra del “único candidato de esta contienda con la capacidad para lograr un cambio positivo en México”, solo confirma el miedo que le tienen, porque ha prometido claramente acabar con el pacto de impunidad.

«Ricardo Anaya es un hombre vertical, honesto e inteligente. Las calumnias y mentiras de quienes son enemigos de la democracia, de la transparencia y de la rendición de cuentas solo nos animan a redoblar los esfuerzos, porque el triunfo está muy cerca», dijo el líder panista en un comunicado.

Juárez

Crece la indignación: rechazan nuevo muro fronterizo entre México y EU

Ciudad Juárez.– Con maquinaria pesada, barras de acero de más de 30 metros de altura y bajo un operativo federal acelerado, el gobierno de Estados Unidos inició esta semana la construcción de un nuevo muro secundario en la frontera con México, en el tramo que conecta Nuevo México con Ciudad Juárez. La medida, que forma parte de un ambicioso plan impulsado por el presidente Donald Trump, ha generado fuerte rechazo en ambos lados de la frontera.

El padre Javier Calvillo, párroco de la comunidad Mater Dolorosa y defensor de los derechos de los migrantes, cuestionó la lógica de un país “construido por migrantes” que ahora decide levantar más barreras. “Por mucho que pongas buenos muros, púas o las bolas esas, nunca vas a poder detener la migración. El migrante siempre encontrará el camino”, sentenció.

El muro, de 11 kilómetros de largo y con una estructura paralela a la ya existente, forma parte de una serie de refuerzos fronterizos en puntos estratégicos como San Diego, Yuma, Tucson, El Paso y el Valle del Río Grande. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), más de 137 kilómetros de muro están en construcción o en fase de planeación, todo bajo un ritmo acelerado desde que Trump asumió su segundo mandato en enero.

Calvillo advirtió que este tipo de políticas no frenan el flujo migratorio, sino que lo desvían hacia rutas más peligrosas y mortales. Además, denunció el incremento de redadas migratorias en California, que no respetan ni templos ni hospitales, calificándolas como una “flagrante violación a los derechos humanos”.

En respuesta a esta ofensiva antimigrante, la Iglesia Católica se prepara para conmemorar la 110 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con un llamado claro: “Construyamos puentes, no muros”. El sacerdote destacó que Estados Unidos ha sido históricamente uno de los países que más se ha beneficiado del trabajo de los migrantes, tanto en el campo como en la construcción y servicios, por lo que pidió a las naciones abrirse a “la riqueza humana, económica y laboral” que representan.

El nuevo muro llega acompañado de un presupuesto récord: más de 46 mil millones de dólares destinados a seguridad fronteriza, triplicando lo invertido durante el primer mandato de Trump. Una cifra que para muchos simboliza no seguridad, sino división.

El debate sobre la migración en América del Norte vuelve a encenderse, mientras miles de personas siguen apostando su vida por cruzar una frontera que, ladrillo tras ladrillo, se vuelve más hostil.

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