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México

Fox asegura que sí usa su pensión para vivir

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Calmado y en son de paz, el expresidente Vicente Fox comentó que no quiere que le quiten su pensión porque la usa para vivir, pero si el próximo virtual presidente Andrés Manuel López Obrador se la retira, lo aceptará.

“Yo no había renunciado porque sí la utilizo para vivir, pero bueno, si se acabó, se acabó. Habrá que buscarle el chivo por otro lado”, dijo el exmandatario.
e-consulta informó con base en una entrevista que Azucena Uresti en Milenio le hizo a Fox, que el panista gana al mes “130 mil pesitos”, y no cinco millones de pesos como tantas veces señaló López Obrador.

Fox comentó que aunque podría acudir a las autoridades para evitar que se la cancelen, no lo piensa hacer, porque si el tabasqueño toma esa medida para que a México le vaya bien, “que cuente con mi pensión”.

En la entrevista, el guanajuatense expuso que todo lo dicho durante el periodo de campaña a López Obrador como “Lopitoz”, “loquito”, que si la constitución moral “es una mamada”, era parte de una campaña.

“Yo era ‘El Chachalacas’. En las campañas todos nos desbordamos, todos le aventamos, todos le echamos crema a los tacos, todos prometemos y ofrecemos. Y al final lo que hoy queda clarísimo es que tenemos una verdadera democracia”, dijo.

También manifestó que su voto fue por Ricardo Anaya, porque creyó que como segundo lugar podría darle pelea a Obrador.

Desde que se declaró el virtual triunfo del representante de Juntos Haremos Historia, varias personas que se volcaron contra el ex jefe de gobierno han mostrado un discurso distinto; entre ellos Fox, quien hasta una felicitación le mandó el mismo día de las elecciones.

Una de las promesas de López Obrador es que una vez llegando al poder, cancelará las pensiones de los expresidentes que, según ha dicho, es un acuerdo entre el mandatario saliente y el entrante y son de 5 millones de pesos mensuales.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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