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México

Encienden focos rojos penales de 12 estados; por autogobierno y conductas ilícitas

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentó el análisis de las principales dinámicas económicas, sociales y políticas de los 12 estados con más problemática penitenciaria, para definir los elementos que han generado una situación vulnerable en estos sistemas.

La tercera visitadora general de la CNDH, Ruth Villanueva Castilleja, explicó que en los sistemas penitenciarios se detectaron condiciones de autogobierno, así como conductas ilícitas como cobros y extorsiones, además de sobrepoblación y hacinamiento, entre otras irregularidades.

Al presentar el análisis, realizado en conjunto con el Centro de Investigación en Ciencias de Información Geo Espacial (Centro Geo) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), detalló que se trata de los centros penitenciarios de Baja California Sur, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tabasco y Zacatecas.

Aclaró que se trata de las condiciones de los estados que en promedio tuvieron una calificación reprobatoria en el periodo 2013-2017.

Por ello, para revertir esta situación, consideró que es necesario contar con infraestructura adecuada y personal capacitado y certificado conforme a los parámetros establecidos por la Secretaría de Educación Pública y a las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, conocidas como Reglas Nelson Mandela.

Villanueva Castilleja aclaró que además en esos centros penitenciarios se reflejan diversos problemas en la dinámica de esas entidades en materia social, económica, política e institucional, entre ellas la relacionada con la “cohesión social”, entendida como la posibilidad de convivir en un entorno armonioso y con acceso a oportunidades.

También se analizaron las “Capacidades Estatales” existentes para garantizar seguridad, desarrollo de políticas públicas, entrega de bienes y servicios públicos.

Al comentar los principales resultados del análisis, el director del Centro Geo, José Ignacio Chapela Castañares, destacó el trabajo de la CNDH en los últimos cinco años para contribuir al mejoramiento de la situación del sistema penitenciario del país.

De esta manera, se hacen aportaciones para atender la parte más vulnerable del sistema de justicia penal, en el que persisten retos como erradicar la sobrepoblación, corrupción y autogobierno, y mejorar las condiciones de internamiento y la alimentación de las personas internas.

Excelsior

México

“Llamarme ‘Andy’ es quitarme el legado de mi padre”: hijo de AMLO pide que lo llamen por su nombre completo

Ciudad de México.– Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado público para que dejen de referirse a él con el diminutivo “Andy”, al considerar que esa forma de nombrarlo minimiza su identidad y el legado político de su padre.

Durante su intervención en La Moreniza, programa semanal producido por Morena y conducido por la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, López Beltrán expresó su molestia con firmeza: “Yo me llamo Andrés Manuel López Beltrán, y mi más grande orgullo es llamarme como el mejor presidente que ha tenido este país. Llamarme ‘Andy’ es demeritar eso, es quitarme ese legado, quitarme ese nombre”.

La declaración llega en un momento en que López Beltrán, actual secretario de Organización del partido guinda, comienza a tener una presencia más activa en los espacios públicos del movimiento que fundó su padre. El comentario, aparentemente espontáneo, dejó ver una sensibilidad personal, pero también un intento de construir una identidad propia, vinculada directamente al apellido y a la figura presidencial de su padre.

“Les da miedo porque saben lo que vale el nombre y el legado de Andrés Manuel López Obrador”, añadió, al referirse a quienes lo llaman “Andy”, ya sea en medios de comunicación, redes sociales o espacios opositores. “Ojalá dejen de llamarme con diminutivos y nombres que no son el mío”, insistió.

Aunque para algunos el apodo pueda parecer irrelevante, López Beltrán dejó claro que considera el asunto simbólicamente importante: “Andrés Manuel López Beltrán (prefiere ser llamado). No, Andrés López Beltrán. No, ‘Andy’ López. Etcétera”, subrayó.

En un tono más reflexivo, también reconoció que su cercanía familiar con el expresidente lo ha colocado en el centro de críticas mediáticas: “Es evidente que no es conmigo. Es evidente que quien fue el presidente más atacado de la historia, yo creo que hasta más que el presidente Madero, fue Andrés Manuel López Obrador. Y en cierta forma, estoy heredando el trabajo de esos medios de comunicación”.

Las palabras de López Beltrán fueron respaldadas por Luisa María Alcalde, quien coincidió en que existe una campaña persistente de desprestigio contra quienes forman parte del entorno del exmandatario. Alcalde, que ha sido una de las figuras más cercanas a López Obrador tanto en el gabinete como en Morena, no solo lo secundó sino que también dio espacio a que el hijo del expresidente se explayara durante el programa.

La reacción en redes sociales fue inmediata. Mientras simpatizantes aplaudieron la defensa del nombre y el apellido presidencial, sectores críticos ironizaron la declaración y revivieron señalamientos de presunto nepotismo y falta de méritos propios. La etiqueta #Andy se colocó en tendencias durante varias horas, lo que paradójicamente podría intensificar el uso del apodo que busca eliminar.

López Beltrán ha mantenido un perfil relativamente bajo en comparación con otros hijos de figuras públicas, aunque su nombre ha estado presente en controversias mediáticas sobre temas patrimoniales, contratos y vínculos empresariales. Sin embargo, en los últimos meses, ha dado pasos visibles dentro de la estructura de Morena, preparando el terreno para un rol más protagonista dentro del partido.

El mensaje parece entonces apuntar a una estrategia de consolidación: dejar atrás los apelativos informales y posicionarse con su nombre completo como una figura que busca el respeto político y el reconocimiento directo por el linaje que representa.

En tiempos donde los símbolos importan tanto como los hechos, Andrés Manuel López Beltrán quiere ser llamado como tal. No “Andy”.

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