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Resto del mundo

Combates en Afganistán dejan más de 100 muertos

Al menos 99 talibanes y 12 miembros de las fuerzas de seguridad afganas murieron en las últimas 48 horas en enfrentamientos por el control de parte de la provincia de Badghis, en el oeste de Afganistán, informaron hoy fuentes oficiales.

Las bajas se produjeron durante una ofensiva iniciada el sábado por las fuerzas afganas para obligar a los talibanes a retroceder en el distrito de Bala-Murghab, reveló el Ministerio de Defensa en un comunicado.

Lamentablemente, en este contraataque, ocho miembros del Ejército y cuatro policías murieron, mientras que 34 agentes resultaron heridos», detalló el ministerio en la declaración escrita en la que afirmó que los enfrentamientos aún no concluyeron.

Asimismo, aseguró que, en el operativo lanzado de manera conjunta por el Ejército afgano, las fuerzas especiales de la Policía, el servicio de inteligencia NDS, y la Fuerza Aérea, fueron abatidos 99 talibanes y otros 25 resultaron heridos.

La actuación de las fuerzas gubernamentales se efectuó después de que, el jueves pasado, los talibanes atacaran varios puestos de seguridad en Bala-Murghab tomando el control de varios puntos.

Los soldados afganos se vieron obligados a abandonar la zona para evitar las víctimas civiles, ya que los talibanes se habían atrincherado en el interior de algunas viviendas, de acuerdo con la versión de las autoridades.

El portavoz del gobernador de Badghis, Jamshid Shohabi, indicó que las bajas causadas en las filas de los insurgentes lo fueron por ataques aéreos de las fuerzas afganas y extranjeras.

Excelsior

Deportes

Dodgers se enfrentan al ICE: rechazan uso del estadio como base para redadas migratorias

En un acto sin precedentes, los Dodgers de Los Ángeles negaron este jueves el acceso a vehículos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, en lo que representa una clara postura frente a las redadas migratorias que han estremecido a la comunidad latina en California.

La organización deportiva, considerada uno de los símbolos más influyentes de la ciudad, emitió un mensaje contundente a través de su cuenta oficial en X: “Esta mañana, ICE agentes llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El juego de esta noche se jugará según lo programado.”

Fuentes locales señalan que los vehículos del ICE —algunos adaptados para operaciones logísticas y detenciones— habían intentado establecer una posible área de concentración temporal cerca de la Puerta E, en Elysian Park, como ha sucedido en otras zonas como Hollywood o Pasadena. Sin embargo, la administración del equipo, respaldada por el carácter mayoritariamente privado del inmueble, ejerció su derecho de admisión para frenar el intento.

Parte del terreno del estadio sigue en manos del expropietario Frank McCourt, pero la decisión final fue consensuada dentro de la directiva del club, que ha enfrentado presión en días recientes para asumir un rol más activo frente a las detenciones migratorias.

Ese mismo día, se esperaba que los Dodgers presentaran un plan de apoyo a organizaciones que brindan asistencia a inmigrantes afectados por redadas. Lo ocurrido marca, según activistas y medios locales, “la primera respuesta contundente” del club en defensa de su afición migrante, históricamente base fundamental de su identidad y legado.

Alrededor de dos decenas de manifestantes se congregaron de manera pacífica frente al estadio para exigir el retiro del ICE y mostrar solidaridad con las comunidades afectadas. La Policía de Los Ángeles (LAPD), a solicitud del equipo, mantuvo a los manifestantes fuera del acceso principal.

La concejala Eunisses Hernández, en declaraciones posteriores, criticó la presencia de ICE en zonas cercanas al estadio y celebró la decisión de los Dodgers al señalar: “Propiedad privada es diferente. Pueden decir: ‘no en mi propiedad’.”

También hubo pronunciamientos dentro del vestidor. El pelotero puertorriqueño Kiké Hernández expresó públicamente su respaldo a la comunidad migrante, sumándose al mensaje de inclusión que la organización ha querido reforzar.

Pese a la tensión, el encuentro entre Dodgers y Padres se celebró sin contratiempos, con gradas llenas y sin alteraciones en el campo. Pero el gesto del club no pasó desapercibido: en una ciudad donde la inmigración es parte esencial del tejido social, los Dodgers han decidido no quedarse al margen.

Lo sucedido podría marcar un precedente sobre el papel que equipos deportivos pueden asumir ante políticas migratorias controvertidas. En un momento donde el deporte y la política se entrelazan más que nunca, los Dodgers no solo jugaron un partido este jueves: también fijaron una postura.

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