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México

Fortuna de Salinas Pliego se dispara 56% por cercanía con AMLO, según Forbes

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Carlos Slim Helú, Germán Larrea Mota Velasco y Ricardo Salinas Pliego encabezan la lista de los 36 hombres y mujeres quienes poseen las mayores fortunas de México, de acuerdo con la lista de la revista Forbes publicada hoy.

En la lista de millonarios mexicanos de Forbes México no hay sorpresas en cuanto a su integración: “A pesar del entorno global y local, con volatilidad, amenazas de guerra comercial, la transición política y decisiones polémicas de la actual administración, la danza de los millones ahí están, con altibajos, pero perduran”.

A la cabeza de la lista se sitúa, nuevamente, Carlos Slim (79 años), con una fortuna valuada en 69 mil millones de dólares, 4.6 por ciento menos que la que registró en 2018, que fue de 67 mil 100 millones de dólares.

El dueño de América Móvil, Grupo Carso, Grupo Inbursa, IDEAL, entre otras empresas, enfrenta este 2019 un escenario incierto en lo que respecta a su compañía Telmex. De acuerdo con Forbes, un cambio de gobierno siempre genera cautela, sobre todo en el sector de telecomunicaciones, que tiene una elevada regulación en tarifas y en competencia.

Sin embargo, Grupo Financiero Inbursa cuenta con mejores perspectivas de crecimiento para este año, según dejaron entrever los principales directivos ante los analistas. En el segmento de infraestructura, las perspectivas para este año también son positivas (luego de que el año anterior las cifras fueron negativas), pues podrían salir algunos proyectos por parte del gobierno en los que podría participar.

En el segundo lugar de la lista de Forbes aparece Germán Larrea (65 años), con una fortuna de 13 mil 300 millones de dólares, 23.1 por ciento menos que en 2018, cuando alcanzó los 17 mil 300 millones de dólares.

Fuente: Sin Embargo

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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