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México

AMLO y Hacienda reducirán por decreto la carga fiscal de Pemex

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El gobierno federal reducirá la carga fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) a través de un decreto por el que se le reducirá a la petrolera el pago de Derechos de Utilidad Compartida (DUC) de hasta 400,000 barriles de crudo diarios, anunció este lunes el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.

«Durante mucho tiempo ordeñamos a la vaquita», dijo el funcionario en el anuncio de refinanciamiento de deuda de la Pemex por casi 8,000 millones de dólares (mdd) .

“Hoy se va a firmar un decreto que va a permitir a Pemex tener reducciones en su carga tributaria, beneficios fiscales que se van a establecer en este decreto”, dijo Urzúa. Aclaró que Pemex seguirá pagando impuestos como cualquier otra compañía en el país, lo que se irá reduciendo es el pago de derechos extra que hace la petrolera al gobierno federal.

“Hay varias maneras, la de Pemex es un poquito raro pero aguántenme tantito”, dijo el funcionario antes de explicar los detalles del decreto.

Pemex tiene dos tipos de contratos: las asignaciones y los “normales”. Las asignaciones son los que solo tiene Pemex y los “normales” son aquellos que tienen otras compañías solas o aquellos que comparte con la petrolera nacional, dijo Urzúa.

Los “normales” pagan un derecho de extracción. En los de “asignaciones” hay “un extra” que pues las utilidades son de Pemex pero también tiene que compartirlas con el gobierno federal.

“Hay un extra, el DUC o Derecho de Utilidad Compartida el gobierno le dice (a Pemex) tienes utilidades, son tuyas y mías, tú me vas a tener que dar una cierta cantidad”, dijo Urzúa.

Es en ese pago de derechos donde se buscará la reducción. Urzúa dijo que este mecanismo de reducción del pago del DUC ya se ha hecho antes con un monto inicial de barriles de petróleo, lo que ahora se anuncia en el decreto será la ampliación de esa cantidad de barriles por los que no se pagará el DUC.

Fuente: Expansión

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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