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Uno de cada cuatro mexicanos sufre depresión, ansiedad o esquizofrenia

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En México, una de cada cuatro personas entre 18 y 65 años ha padecido un trastorno mental, entre ellos depresión, ansiedad, esquizofrenia y trastorno límite de personalidad, informaron este domingo instituciones mexicanas de salud.

Precisamente, la depresión es uno de los padecimientos que más se presenta entre la población mexicana, la cual se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima.

Mediante un comunicado conjunto, la Secretaría de Salud de México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) apuntaron que “los padecimientos mentales son controlables con tratamiento médico adecuado”.

Señalaron que este se puede otorgar en los diferentes hospitales e institutos de alta especialidad, los cuales cuentan con servicios de atención psicológica y psiquiátrica para la población que lo requiera.

El próximo 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, con el lema “Unamos esfuerzos para prevenir el suicidio”, con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de la prevención y atención de los padecimientos mentales.

Apuntaron que, debido al desconocimiento y mitos en torno a este problema de salud, las personas afectadas tardan hasta 10 años en recibir atención especializada, lo que merma su calidad de vida.

De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en México se estima que el 81 % de las personas que padece algún trastorno mental no recibe atención a su padecimiento.

Además, los trastornos mentales son muestra de que el cerebro también se puede enfermar y dichos padecimientos impactan en todos los miembros de la familia de quien la padece y pueden experimentar estrés grave y crónico asociado a la convivencia con el paciente.

Fuente: EFE

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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