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NY aún no sale de ‘Sandy’ y prevén otro huracán

Nueva York.-El huracán Sandy destruyó en la zona metropolitana de Nueva York las viviendas de hasta 40 mil personas, que ahora enfrentan el frío y un posible nuevo huracán, en una ciudad aún en caos, sin electricidad ni transporte público en muchas de sus zonas.

Escenas que parecen salidas de pesadillas apocalípticas representadas en el cine ahora son reales para los neoyorquinos que sufren a oscuras, sin calefacción y aislados las consecuencias de Sandy, una devastación que el alcalde Michael Bloomberg comparó la víspera con la que dejó Katrina en Nueva Orleans en 2005.

Autoridades del estado y de la ciudad informaron que entre 20 y 40 mil personas se quedaron sin hogar, lo que supondrá que en cuestión de días deberán reubicarlas en albergues que les provean de un techo para guarecerse de temperaturas que la madrugada de lunes cayeron ya por debajo de los cero grados centígrados.

Evitar las muerte de miles de damnificado por Sandy es la prioridad, porque vastas áreas de la zona metropolitana de Nueva York, que incluye desarrollos urbanos en el estado de Nueva Jersey, así como en condados de Long Island y Westchester, necesitarán de meses para recuperar su aspecto habitable.

Hasta esta mañana, 1.8 millones de personas en la zona urbana de Nueva York carecían de energía eléctrica, persistían los severos racionamiento en la venta de gasolinas y combustibles y varias líneas de trenes, incluso en Manhattan, seguían aún sin funcionar.

Para docenas de miles de personas ubicadas en el barrio de Rockaway, en la zona costera del condado de Queens y uno de los más afectados por el huracán que hace una semana golpeó la ciudad, la normalidad ahora significa depender del trabajo voluntario para recibir alimentos y ropa para combatir el frío.

De acuerdo con reportes de prensa, en ese vecindario, que cumple más de una semana con una oscuridad apabullante durante las noches, realzada aún más por el visible fulgor de los rascacielos de Manhattan, abundan los saqueos y los robos a comercios y a viviendas.

El gobierno de la ciudad informó la víspera que ha abierto 15 albergues para damnificados, así como seis centros donde gente afectada puede solicitar ayuda económica de emergencia.

Afirmó también haber repartido en un solo día 600 mil comidas completas para 200 mil residentes que lo necesitaban.

Asimismo, pese a que las escuelas fueron oficialmente reabiertas este lunes, al menos 65 centros de educación básica permanecerán aún cerrados, la mayor parte de ellos debido a que sufrieron daños estructurales, otros porque no cuentan con electricidad y ocho porque son usados como albergues.

La situación, no obstante, puede aún empeorar. Servicios meteorológicos estiman que un nuevo huracán puede azotar la costa Este de Estados Unidos a mediados de esta semana.

Hasta este lunes, autoridades ubicaban en 110 el número de personas fallecidas en Estados Unidos a consecuencia directa de Sandy, 40 de las cuales radicaba en la ciudad de Nueva York.

Por el momento, la más aguda necesidad de la ciudad se localiza en los cuatro condados fuera de Manhattan, en zonas de clase trabajadora y en donde residen minorías, como en Rockaway.

Sin embargo, la normalidad aún dista de volver a Manhattan y ni siquiera hay fechas estimadas para que varias estaciones de metro ubicadas al sur de la isla puedan volver a funcionar. La línea L, una de las principales conexiones entre Manhattan y Brooklyn sigue suspendida.

Asimismo, la zona este de la parte baja de Manhattan, el llamado Lower East Side, que rebosa generalmente de una activa vitalidad, parece ahora, con sus comercios cerrados y sus calles sin luz, un pueblo fantasma o una escenografía planeada para el cine.

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Trump amenaza con ataque a Irán: decidirá en dos semanas si interviene militarmente

El expresidente y actual candidato republicano Donald Trump volvió a colocarse en el centro de la tensión internacional tras anunciar que tomará una decisión “en las próximas dos semanas” sobre una posible intervención militar de Estados Unidos contra Irán. El mensaje fue leído por su portavoz, Karoline Leavitt, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, donde insistió en que aún hay margen para una salida diplomática.

“Considerando que existe la posibilidad de que se celebren negociaciones sustanciales con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión sobre si hacerlo o no en las próximas dos semanas”, indicó Trump en el mensaje. Sin embargo, advirtió que, si bien prefiere una solución pacífica, no dudará en recurrir al uso de la fuerza si lo considera necesario. “Es el Presidente de la paz a través de la fuerza”, sentenció Leavitt, reiterando la línea discursiva del republicano de cara a un posible regreso al poder en 2025.

La amenaza de acción militar ocurre en el marco de la creciente tensión entre Irán e Israel, con un trasfondo de ataques cruzados y acusaciones mutuas sobre programas nucleares. Washington observa con preocupación los avances del régimen iraní en materia de enriquecimiento de uranio, y exige un compromiso explícito de Teherán para frenar el desarrollo de armas nucleares.

“Irán tiene todo lo que necesita para tener un arma nuclear. Es una decisión que tiene que tomar el Líder Supremo y sólo tomaría un par de semanas terminar la producción de esa arma”, advirtió Leavitt, subrayando que esto constituiría una amenaza existencial “no sólo para Israel, sino para Estados Unidos y el mundo entero”.

Trump, en tono desafiante, declaró esta semana que Estados Unidos “es el único país capaz de desmantelar el centro de enriquecimiento de uranio de Fordo”, ubicado en el centro de Irán. Aun así, dejó en claro que aún no ha decidido llevar a cabo esa acción. «Pero eso no significa que vaya a hacerlo», matizó.

En una publicación en su red Truth Social, el expresidente fue aún más provocador al afirmar que sabe “exactamente dónde se esconde” el Ayatolá Alí Jamenei, líder supremo iraní. “Es un blanco fácil, pero está seguro ahí. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora”, escribió el martes 17 de junio.

El lenguaje y el tono empleados por Trump han generado preocupación en círculos diplomáticos europeos y en sectores del Pentágono, que temen una escalada regional irreversible en caso de que se ordene una acción armada. Por ahora, la estrategia parece oscilar entre la amenaza y la posibilidad de diálogo, aunque los plazos que impone Trump podrían dejar poco margen a la diplomacia.

Mientras tanto, el mundo aguarda si el magnate neoyorquino optará por reavivar un conflicto de gran escala en Medio Oriente, justo en plena campaña electoral en EE.UU., donde la política exterior ha vuelto a convertirse en un tema central para los votantes.

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