Conecta con nosotros

México

Un año más para sentar las bases de nueva etapa en México

El presidente Andrés Manuel López Obrador estimó en un año más estarán totalmente establecidas las bases de la nueva etapa de la vida pública de México, luego de que había indicado que en este año quedarían listas, pues si bien “se ha avanzado muchísimo”, todavía faltan cosas por hacer.

No es fácil hacer esta transición, es un proceso de transformación que se lleva a cabo. Todavía lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, es un proceso de transición”, expresó el mandatario federal en su conferencia de prensa, donde señaló que en la política de seguridad hay un antes y un después y prueba de ello es lo ocurrido en Culiacán.
Yo espero, dijo López Obrador, que cuando mucho, en un año más ya estén establecidas las bases de la nueva etapa de la vida pública de México, “nada más eso pido, un año más para que esto cambie por completo, ya hemos avanzado”.

Reafirmó que en el caso del operativo fallido para capturar al hijo de “El Chapo” en Culiacán, Sinaloa se actuó bien, e incluso sostuvo que ese hecho marca un antes y un después en la política de seguridad, pues ya la prioridad no es la guerra o el uso de la fuerza, sino pensar en salvar vidas y lograr la paz con otros métodos.

En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el jefe del Ejecutivo federal señaló que si en estos hechos “hubieran estado los anteriores, se hubiesen atrincherado” para obtener vivo o muerto al presunto delincuente, aunque se hubieran perdido la vida de muchas personas, tanto civiles como personal del Ejército mexicano.

Por ello, tras señalar que en 11 meses de su gobierno “se ha avanzado muchísimo”, como con la creación del nuevo marco legal con diversas reformas, el presidente López Obrador enfatizó que es un cambio nunca visto y que ahora “se está legislando a favor del pueblo”, si bien todavía faltan cosas por hacer en beneficio de la población.

Excelsior

Deportes

Crónica: México y Aguirre, sin alma ni rumbo en la Copa Oro

Por más que la camiseta pese, por más que la historia respalde, la Selección Mexicana parece no encontrar la brújula bajo la gestión de Javier Aguirre. La victoria de este miércoles ante Surinam —sí, Surinam— fue otro capítulo que exhibe más dudas que certezas en el proyecto que supuestamente debe llevarnos con orgullo al Mundial 2026… en casa.

Con un fútbol carente de idea, ritmo y entusiasmo, el equipo tricolor se impuso gracias a un doblete del defensa César Montes. Porque sí, los goles no llegaron de los pies de los delanteros de “calidad europea”, sino del central regio, que resolvió con su estatura lo que los creativos no supieron construir.

Aguirre, viejo lobo de mar, parece haber perdido el timón. Su equipo no emociona, no propone, y apenas supera a rivales que, en el papel y en el ranking FIFA, están a años luz de distancia. El problema no es solo táctico: es de fondo. México juega con flojera. Literal y figuradamente.

En un torneo como la Copa Oro, que por sí solo despierta poco interés fuera del círculo inmediato de Concacaf, lo mínimo exigible es un desempeño decoroso, uno que permita vislumbrar una identidad. Pero este Tri parece más preocupado por no perder que por proponer. Como si el objetivo fuera únicamente evitar la catástrofe.

El aficionado mexicano —eterno resiliente— no es ingenuo: ha visto a su selección tocar el cielo y arrastrarse por el suelo. Pero no merece la apatía que hoy ve en pantalla. Hay más emoción en las gradas que en la cancha. Y eso, en plena cuenta regresiva hacia una Copa del Mundo en casa, es inadmisible.

¿Qué sigue, Javier Aguirre? Porque el margen de error ya no existe. Porque el discurso del “trabajo a largo plazo” se agota. Porque un Mundial en casa no se juega: se honra.

Y este equipo, simplemente, no lo está haciendo.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto