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Mantenían a su hijo en una jaula de gato; lo mataron con agua hirviendo

No todas las mujeres tienen instinto maternal, ni todos los hombres instinto protector, sin embargo, esto no es excusa para torturar por placer a alguien inocente.

Recientemente se dio a conocer que un tribunal de Singapur usó como prueba las fotos de una jaula de gatos en la que supuestamente unos padres mantuvieron a su hijo de cinco años antes de asesinarlo.

Azlin Arujunah y Ridzuan Mega Abdul Rahman, ambos de 27 años, están acusados de verter agua hirviendo sobre su hijo hace tres años.

Durante el primer día del juicio, llevado a cabo este el martes, el tribunal escuchó que el niño de cinco años pasó encerrado horas en una jaula para gatos y fue torturado con cucharas y alicates calientes durante meses antes de morir.

Su muerte fue causada por el agua hirviendo y por traumas en la cabeza.

Un patólogo forense dijo que las laceraciones que tenía en el cuerpo fueron el resultado de que el pequeño permaneció en un espacio confinado.

La madre argumentó diciendo que sólo quería que su hijo ‘aprendiera una lección de disciplina’ pero que nunca tuvo el objetivo de matarlo.

Si hubiera tenido la intención de matarlo, también habría matado a mis otros hijos. No tendría el corazón para hacerlo».

Las imágenes de las quemaduras y los cortes en el cuerpo del niño, incluidas las heridas en la cara y el cuero cabelludo, se mostraron en una pantalla en la corte.

Tenía una fractura en la nariz y hematomas en las extremidades y el cuero cabelludo y los labios y las encías del niño estaban desgarrados, dijo el patólogo.

El médico agregó que estas lesiones podrían haber sido causadas por una caída o un golpe de ‘una cantidad considerable de fuerza’, según los informes.

Entre la lista de lesiones horribles se encontraban quemaduras de segundo a tercer grado, que cubrían el 75 por ciento del cuerpo del niño, lesiones renales agudas, deshidratación, nariz rota, cortes en la cara y retraso del habla aislada.

De acuerdo con información de Daily Mail, pequeño murió un día después de haber sido ingresado al hospital.

En lugar de buscar atención médica de inmediato, los padres esperaron seis horas para llevar al niño al hospital, según el tribunal.

El sistema legal de Singapur mantiene una pena de muerte obligatoria por varios delitos, incluido el asesinato.

Fuente: Excelsior

Nota Principal

Trump y Musk rompen públicamente: amenazas, acusaciones y un choque con consecuencias políticas y económicas

WASHINGTON (CNN) — Lo que alguna vez fue una de las alianzas más poderosas e influyentes en la política estadounidense ha estallado de manera espectacular. El presidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk protagonizaron este jueves un enfrentamiento público cargado de acusaciones, amenazas de represalias económicas y hasta insinuaciones sobre el escándalo Epstein.

Todo comenzó cuando Trump expresó su “profunda decepción” con Musk tras las críticas del empresario al proyecto estrella del presidente: un gigantesco paquete legislativo republicano sobre impuestos, gasto, energía y migración. “Teníamos una gran relación. No sé si la tendremos más”, dijo Trump desde la Oficina Oval.

Musk respondió con artillería pesada desde su red social X, afirmando que Trump no habría ganado la elección de 2024 sin su ayuda y calificando su actitud de “ingratitud”. La guerra digital entre ambos se intensificó rápidamente, reflejando una ruptura total entre el presidente y uno de sus mayores donantes y aliados tecnológicos.
Del «súper asesor» a enemigo político

Musk, quien hasta hace poco ocupaba un rol especial como empleado del gobierno a cargo de la “eficiencia gubernamental”, fue clave en el diseño de la visión trumpista de achicar el aparato federal. Pero ahora, fuera del cargo, ha arremetido contra el pilar legislativo del presidente, llamando al proyecto una “abominación asquerosa” por su impacto en el déficit.

Trump, enfurecido, contraatacó amenazando con cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Musk, una medida que podría afectar severamente a empresas como SpaceX, Tesla y Starlink, y que incluso tendría repercusiones en la Estación Espacial Internacional.

Musk respondió con una acusación explosiva y sin pruebas: aseguró que Trump “está en los archivos de Epstein” y sugirió que ese sería el motivo por el cual ciertos documentos del caso no han salido a la luz. CNN no ha podido verificar esa afirmación ni ha recibido comentarios oficiales de la Casa Blanca.
Crisis interna para los republicanos

El magnate también se burló de la política arancelaria de Trump —diciendo que llevaría a una recesión este mismo año— y hasta se mostró abierto a respaldar un juicio político para destituir al presidente y colocar al vicepresidente JD Vance en su lugar.

La relación entre ambos ha tenido consecuencias inmediatas. Las acciones de Tesla cayeron en Wall Street tras la pelea pública, y los analistas ya especulan sobre cómo esta ruptura podría influir en futuras elecciones, dado que Musk fue el mayor donante individual conocido en las elecciones de 2024.

Algunos funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Trump estaba “más sorprendido que enojado”, y que el distanciamiento con Musk le ha afectado emocionalmente. Sin embargo, la actitud del presidente ha comenzado a endurecerse, especialmente después de que Musk dijera: “Sin mí, Trump habría perdido”.
Una pelea con implicaciones más allá del ego

Más allá de la disputa personal, la pelea plantea dilemas políticos y económicos importantes: ¿seguirá Musk respaldando candidatos republicanos? ¿Se cortarán efectivamente sus contratos con el gobierno federal? ¿Podría esto fracturar la ya polarizada base conservadora?

En un tono melancólico, Trump evocó los días en que Musk lo apoyaba y hasta hacía campaña por él: “Elon me respaldó con fuerza. Incluso subió al escenario a hablar por mí”, dijo, visiblemente afectado. Sin embargo, también lo acusó de sufrir una especie de “síndrome de desorden anti-Trump” común entre exfuncionarios.

Por ahora, mientras los insultos y acusaciones vuelan de una plataforma a otra, una imagen de su antigua cercanía persiste: el Tesla rojo que Trump compró en un evento para impulsar el negocio de Musk aún permanecía estacionado en el camino de entrada de la Casa Blanca la noche del jueves. Un símbolo de una alianza que, al menos por ahora, parece haber llegado a su fin.

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