Al menos cuatro miembros de las Fuerzas Aéreas de Irak resultaron heridos este domingo por el impacto de cohetes en la base militar de Al Balad, en la que están presentes tropas estadounidenses y ubicada en la provincia de Saladino, en el centro del país.
La Célula de Comunicación de Seguridad confirmó en un comunicado la caída de ocho proyectiles tipo Katyusha en esta base al norte de Bagdad y que ya fue atacada en varias ocasiones en los últimos días, lo que causó heridas a cuatro efectivos iraquíes, entre ellos dos oficiales.
Una fuente de la Comandancia de Operaciones de Saladino que pidió el anonimato indicó a Efe que los heridos han sido traslados a un hospital y precisó que las víctimas son de nacionalidad iraquí.
Ubicada al norte de Bagdad, Al Balad es una de las bases aéreas más grandes del país árabe y cuenta entre su arsenal con cazabombarderos F16 que Bagdad adquirió a Estados Unidos, además de acoger a tropas estadounidenses.
Sin embargo, fuentes de seguridad especularon en declaraciones a Efe que al menos parte de las fuerzas extranjeras allí desplegadas habrían abandonado la base tras los recientes ataques cruzados entre Washington y Teherán en territorio iraquí.
Este es el tercer ataque con proyectiles contra esta base en los últimos días, después de que el pasado jueves cayera un cohete en sus inmediaciones sin causar víctimas y de que hace una semana su parte meridional fuese atacada, causando daños materiales en unos almacenes de armas del Ejército iraquí.
En los últimos días, se han producido además varias acciones nocturnas con cohetes contra la Zona Verde de Bagdad, en la que se ubican embajadas, entre ellas la de Estados Unidos, y edificios gubernamentales.
Todo ello se produce en medio de una grave escalada de tensión en Oriente Medio desencadenada tras el ataque de EEUU en Bagdad que hace diez días acabó con la vida del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), general Qasem Soleimaní, y líderes de las milicias chiíes Multitud Popular.
Irán respondió esta semana con el lanzamiento de misiles contra dos bases militares que albergan a tropas estadounidenses en el oeste y norte de Irak.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.