El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expuso hoy en el Foro Económico Mundial de Davos la victoria de su administración en las negociaciones comerciales que mantuvo con China, por un lado, y con México y Canadá, del otro, además de una larga lista de avances económicos en su país.
“Soportamos el desastre que significó el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica), que fue el peor que se firmó en los últimos 25 años y que provocó la pérdida de uno de cada cuatro empleos en el sector industrial”, lamentó el mandatario.
Dijo que la renegociación de ese acuerdo comercial fue un éxito y que el empleo en el mercado estadounidense saldrá favorecido, como también lo hará del resultado de las negociaciones comerciales con China que concluyeron en la misma semana que las del TLCAN.
“China perjudicó nuestro comercio, pero nadie pensó en hacer algo al respecto, hasta que nosotros decidimos enfrentar el problema. Entonces China aceptó hacer cosas como proteger la propiedad intelectual, abrir su sector financiero y mantener su moneda estable”, declaró.
Trump aseguró que esas y otras concesiones nunca hubiesen sido posibles si no recurría a las fuertes subidas arancelarias que afectaron a las importaciones chinas, pero aseguró que “las relaciones con China nunca han sido tan buenas como ahora”.
“El sueño americano está de regreso”, insistió el Presidente estadounidense frente a una auditorio repleto de cientos de altos ejecutivos de las compañías más importantes del planeta que participan en la 50 edición del Foro de Davos.
La sala más grande del Centro de Congresos donde tiene lugar esta cita anual fue reservada para la alocución de Trump, quien llegó veinte minutos tarde y fue recibido con relativa frialdad por los asistentes, que llevaban una hora y media esperando su discurso.
Los organizadores establecieron reglas especiales para quienes deseaban estar dentro de la sala y advirtieron que abrirían las puertas dos horas antes de la llegada de Trump y que cuando estuviese llena las puertas se cerrarían.
Decenas de participantes se quedaron fuera y varios tuvieron que esperar de pie.
Trump dedicó su discurso de media hora a realzar los logros económicos registrados durante su mandato, entre ellos “niveles históricos de crecimiento y de creación de empleo”.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.