El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha comentado este lunes el peor desplome del petróleo desde 1991, registrado el fin de la semana pasada.
«¡Bueno para el consumidor, los precios de la gasolina están bajando!», ha escrito el mandatario en su cuenta de Twitter.
«Arabia Saudita y Rusia están discutiendo sobre el precio y el flujo del petróleo. ¡Eso y las noticias falsas son la razón de la caída del mercado!», agregó momentos después en otro tuit.
El pasado jueves la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) propuso a los integrantes del pacto OPEP+ realizar un recorte adicional de la producción petrolera de 1,5 millones de barriles por día en respuesta a la reducción de la demanda mundial de hidrocarburos debido a la epidemia del coronavirus.
No obstante, las partes no lograron llegar a un acuerdo. Como resultado, a partir del 1 de abril se cancelarán todas las obligaciones de las partes del acuerdo para limitar la producción de combustible. Por su parte, Riad realizó el recorte de precios oficiales más drástico en al menos 20 años y comunicó a los compradores que aumentará su producción de crudo.
En la noche del pasado domingo, la cotización del crudo de la marca Brent se desplomó más de un 30% hasta los 31,7 dólares por barril, una caída que fue ligeramente compensada por una leve subida hasta los 36,6 dólares por barril varias horas después. Por su parte, las acciones de la petrolera nacional saudita Saudi Aramco han perdido este lunes cerca del 10% de su valor y alcanzaron los 7,2 dólares, el precio mínimo registrado desde la oferta pública de venta de la empresa en diciembre del año pasado.
La dinámica del petróleo afectó a varias bolsas del mundo. Así, El FTSE MIB, el índice de la Bolsa de Milán, la principal bolsa de valores italiana, se ha hundido más de un 10% en los primeros minutos de este lunes. El índice británico FTSE 100 se desplomó un 8,8%, mientras que las bolsas de París, Fráncfort y Madrid cayeron más del 7%. Las operaciones en Wall Street se han detenido inmediatamente después de la apertura este lunes, ya que los principales índices, Dow Jones Industrial Average y S&P 500, cayeron más del límite diario del 5%, lo que provocó una pausa automática de 15 minutos.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.