El número de muertes por Covid-19 en Estados Unidos superó la barrera de las 10.000 en la tarde del lunes. La cifra -10.335, en concreto- se desprende del sitio web de la universidad Johns Hopkins, que provee estadísticas sobre el avance de la pandemia en tiempo real. El país registra la tercer mayor cantidad de decesos en todo el mundo, sólo por detrás de Italia y España.
La primera muerte en el país tuvo lugar el 29 de febrero. Desde entonces, la curva de decesos creció de forma exponencial y en los últimos días ha superado con creces la barrera de 1.000 muertes. Estados Unidos registra la mayor cantidad de casos positivos en el mundo, con casi 350.000 a la tarde del lunes. La cifra no esá lejos de la combinación de los tres países que le siguen en la lista, España, Italia y Alemania, que registran 135.000, 132.000 y 101.000, respectivamente.
La Casa Blanca ha confirmado que, aún si se respetan las medidas de aislamiento y distanciamiento social implementadas durante las últimas semanas, la cantidad de decesos en el mejor escenario previsto oscilará entre las 100.000 y las 240.000. El más pesimista, en contraste, estima un saldo de más de 2 millones de muertos.
El epicentro de la enfermedad en el país tiene lugar en Nueva York, que registra casi el 40 por ciento de los casos y cerca de la mitad de las muertes. En su actualización diaria del lunes, las autoridades del estado informaron de 599 nuevas muertes y 8.658 nuevos casos, llevando los totales a 7.758 y 130.689, respectivamente.
El gobernador Andrew Cuomo extendió este lunes la cuarentena a nivel estatal hasta el 29 de abril y si bien destacó que la tasa de mortalidad se ha mantenido plana en los últimos dos días, mantuvo su opinión en que es demasiado pronto para extraer conclusiones.
El director general de salud pública del Gobierno estadounidense, Jerome Adams, aseguró en una entrevista a la cadena de televisión Fox News que esta “va a ser la semana más dura y triste de las vidas de la mayoría de los estadounidenses, francamente”. “Este va a ser nuestro momento (similar al) de Pearl Harbor, al del 11-S, solo que no va a estar concentrado en un mismo sitio. Va a ocurrir por todo el país”, agregó.
“Esta va a ser una mala semana”, coincidió el principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, durante otra entrevista este domingo con la cadena CBS News. “Vamos a seguir viendo una escalada. Pero esperamos que en el plazo de una semana, quizá un poco más, empecemos a ver un aplanamiento de la curva y un descenso”, agregó.
Fauci matizó que no se puede decir que EE.UU. tenga la crisis “bajo control, porque eso sería una declaración falsa”, pero opinó que las medidas para contener los contagios, con más del 90 % de la población bajo órdenes de quedarse en casa, “están funcionando claramente”.
En este sentido, criticó a los gobernadores -todos ellos republicanos- de los únicos nueve estados de EE.UU. que por ahora no han urgido a sus habitantes a quedarse en casa todo lo posible: Arkansas, Oklahoma, Utah, Carolina del Sur, Iowa, Nebraska, Wyoming, Dakota del Norte y Dakota del Sur.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.