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Trump propone inyectar cloro y otros desinfectantes a pacientes de COVID-19

En el marco de su conferencia de prensa diaria en la Casa Blanca, Trump hizo recomendaciones peligrosas como presunto tratamiento para el coronavirus.

El presidente Donald Trump hizo un par de sugerencias para “combatir” el coronavirus calificadas en medios norteamericanos como “extrañas” y “peligrosas” en el marco de su conferencia de prensa diaria en la Casa Blanca.

En un discurso improvisado y errático, Trump señaló que quizá debería inyectarse “desinfectante”, como el cloro, mismo que se utiliza para desinfectar superficies con Covid-19, en las personas que padezcan de la enfermedad.

Trump propuso también el exponer a los pacientes a cantidades “tremendas” de rayos ultravioleta, mismo “tratamiento” que sugirió utilizar “dentro del cuerpo” de las personas infectadas.

Medios norteamericanos como el portal Mediate señalaron que Trump habló como si fuera un “experto” en tratamientos médicos, pese a su falta de experiencia en el ramo, además de señalar que sus sugerencias no tienen base científica y además son peligrosas para la salud.

Los comentarios de Trump fueron hechos después de una presentación de Bill Bryan, experto en ciencia y tecnología del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en donde se tocó el tópico del tiempo que el coronavirus puede sobrevivir en diversas superficies.

“Veo el desinfectante… un minuto. ¿Existe una manera en que podamos hacer algo, como que, mediante una inyección interna? Casi una limpieza”.Donald J. Trump

En una posterior pregunta realizada por un reportero de la cadena ABC, Bryan fue cuestionado sobre si existe una posibilidad de utilizar desinfectantes como cloro o alcohol isopropílico en un cuerpo humano, mediante una inyección.

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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