Con el pasar de los días vemos cada vez mas descabellados los proyectos de construcción de las obras insignia del presidente; Dos Bocas, Santa Lucía y Tren Maya. No puedo imaginar la impotencia de un gobernante que durante sexenios esperó su turno, formó en su mente la idea de una nación sostenida sobre cimientos que él proveería y con ello se revestiría de gloria, pero lo más triste; durante años se dedicó a sembrar justo esa idea en el colectivo, bueno, por lo menos en los millones de mexicanos que le dieron su confianza en urnas, cuando se trata de hablar de número de votos he caído en cuanta que a los seguidores de la transformación les encanta decir la mágica cifra; ¡30 millones!, dicen con orgullo.
Hoy vemos diluida esa realidad, por lo menos la viabilidad de esos proyectos suena como una locura en estos tiempos, sobre todo después que pase la pandemia, cuando veamos de manera más cruda y con tristeza los escombros del desastre, una economía golpeada casi hasta la muerte. La realidad que las obras insignia para los gobernantes siempre han sido una cuestión de progreso sí, pero hay un factor importante a considerar; el ego. Mucho de lo que vemos al entrar administraciones nuevas en cualquier nivel de gobierno es el cese de obras del anterior gobernante, sienten que darle continuidad a las mismas es como encumbrar al anterior, que patético y que tan fuera de la realidad, es cierto muchas obras son obeliscos a la corrupción, pero es cuestión de búscale un mejor destino a lo invertido y no dejar elefantes blancos; Texcoco, ¿les suena? Los afectados somos los ciudadanos y nuestro dinero ya que nos encontramos en el centro de esta absurda lucha de poder, de ego y como mucho en México todo esto espolvoreado con el toque del machismo; ¿quién hace la obra más grande?, ¿quién pudo más?
No esperábamos mucho del anuncio del ejecutivo y no nos decepcionó, nos está acostumbrando a no tener expectativas y lo está logrando, se esfuerza día a día, hace apenas unas horas reiteró su plan de trabajo, no cambiará ni un pelo, no cesará en su idea de construcción, siguen sus programas populistas, perdón, sus programas asistenciales y adelante con las obras. Aferrarse a Dos Bocas suena a suicidio, después de ver como se desploma y cae hasta el infierno la mezcla mexicana, es tiempo de invertir en energías limpias, esas que le asustan, esas que ha dicho “ensucian la vista”, esas energías son el futuro, pero como es una inversión a largo plazo y no lo verá cristalizado en su sexenio y mucho menos en urnas, a pesar que sería algo increíble para el país, el narcisismo nubla la vista y será lo que él quiere, porque sí.
Pero afortunadamente aún hay chispas de esperanza, esos rayitos de fe se llaman autónomos, los que le causan escozor al presidente. Esta semana el Banco de México sacó la casta, dio un anunció muy importante, el más importante de los últimos años sin duda para rescatar la golpeada economía, siguiendo los ejemplos mundiales de las potencias, esperemos esas patadas de ahogado resulten.
Escuche en varias entrevistas al Gobernador Del Banco de México (BANXICO), Alejandro Díaz de León. Su léxico es un poco complicado a la hora de transmitir el mensaje, usa tecnicismos propios de economistas, la mayoría no entendemos esos conceptos, pero se esforzaba en ser más explícito. En resumen, lanzó diez puntos con los que el autónomo pretende inyectar recursos por 750 mil millones de pesos para asegurar créditos, liquidez y orden. De sus diez puntos, cinco de ellos son dirigidos a PYMES y a personas físicas, casi la mitad 350 mil millones irán dirigidos específicamente a quienes son la súper estructura de la economía, BANXICO no lo hará directamente, estos recursos se inyectarán a los bancos y estos a su vez bajarán el recurso. El Gobernador sugirió acercarse en una o dos semanas a su banco de confianza, ya estarán disponibles los recursos y la forma en que estos se facilitaran, dijo también que los convenios con la banca están por firmarse, contendrán reglas específicas e intereses bajos, hizo hincapié que no es necesario ser cliente de la institución, a ver como se ponen las pilas los bancos, por una sola vez en la vida deberían de inyectar a estas instituciones de corazón y criterio también, nunca es tarde para cambiar.
Entrar a desmembrar cada punto es un sin sentido, los generales son suficientes para quienes no entendemos de economía avanzada, nos basta con saber que muchos empresarios podrán aplicar para esos créditos y con ellos salvar su negocio, pero sobre todo los empleos de su gente. En horas próximas el Secretario de Hacienda también enviara un mensaje, esperemos que Herrera por fin saque la casta y aplique lo que sabe, alguien tiene que alzar la voz de los cercanos al ejecutivo, la historia reconocerá a quienes sí vieron por México y no por un absurdo proyecto que el presente se ha encargado de enterrar.