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Resto del mundo

Mexicanos no podrán viajar a Europa. No aparece México como “país seguro”.

La Comunidad Económica Europea ya tiene preparado el borrador que indica qué países no podrán viajar a Europa cuando se abran oficialmente las fronteras el próximo 1 de julio. Y como era de esperar, México y Estados Unidos forman parte de ese listado.

El país que dirige Donald Trump es el foco del coronavirus en el mundo, con casi 2.5 millones de infectados, mostró un mal manejo de la situación epidemiológica y, además, también había prohibido los viajes de los países europeos a Estados Unidos, estatus que persiste.

Según los planes, Estados Unidos se unirá a Brasil y Rusia en la lista, ya que los tres han tenido respuestas comparablemente pobres contra el COVID-19 desde el brote mundial a principios de año.

Los tres países se consideran inseguros de acuerdo con un conjunto de criterios epidemiológicos que la UE estuvo analizando. La métrica principal es una medida del número promedio de casos nuevos por cada cien mil personas en los últimos 14 días. El bloque de la UE tiene un promedio de 14. El puntaje de EE. UU. Es 107, mientras que el de Brasil es 180 y el de Rusia es 80.

Sorprendentemente, se permitirá viajar a Europa desde China, decisión cuestionable teniendo en cuenta que el país oriental nunca fue claro en torno a la pandemia y no sufrió ninguna sanción por ocultar información que podría haber evitado la situación actual.

De Latinoamérica ya se sabe que se autorizaron vuelos desde Montevideo a Madrid, aunque aún resta conocer el resto de los planes.

El listado completo se conocerá antes de finales de este mes, decisión que tomarán los 27 miembros del bloque.

Resto del mundo

ICE enfrenta su peor imagen pública justo cuando Trump impulsa su expansión multimillonaria

En medio de una histórica ampliación presupuestal impulsada por Donald Trump, la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) se encuentra en uno de los momentos más críticos de su reputación ante la opinión pública estadounidense.

Aunque el nuevo plan del expresidente —incluido en su proyecto legislativo estrella— garantiza a ICE una financiación récord de 75 mil millones de dólares hasta 2029, diversas encuestas recientes muestran que el respaldo ciudadano hacia esta institución es más bajo que nunca, incluso más que en 2018, cuando algunos legisladores liberales promovían su abolición.

Una agencia con más poder y menos restricciones

Con esta expansión presupuestal, ICE se convierte en la agencia federal de seguridad con mayor financiamiento, superando incluso al FBI. Según PolitiFact, el presupuesto anual promedio de ICE alcanzará los 27.7 mil millones de dólares, comparado con los 10 mil millones que recibe el FBI.

A diferencia del FBI, que opera bajo reglas de autonomía establecidas tras el escándalo de Watergate, ICE no cuenta con mecanismos similares que limiten la influencia directa del presidente. Esto permite a Trump tener mayor control sobre su operación, lo cual ha encendido las alarmas entre críticos que temen una posible utilización política del aparato de deportación.

El costo político de expandir ICE

A pesar del apoyo republicano, las cifras son contundentes: los estadounidenses no están convencidos.

  • Una encuesta de Quinnipiac University reveló que el 57% desaprueba cómo ICE aplica las leyes migratorias.

  • En otro sondeo de NPR/PBS NewsHour/Marist College, el 54% opinó que ICE ha ido “demasiado lejos” en la ejecución de estas leyes.

  • Finalmente, una encuesta de CNN mostró que el 53% de los votantes se opone al aumento de fondos para la agencia.

En los tres estudios, los votantes independientes —clave en cualquier elección— se mostraron aún más críticos. Un 63% de ellos desaprueba las acciones de ICE, y un 58% rechaza la expansión presupuestal propuesta por Trump.

Estas cifras superan ampliamente la desaprobación que ICE recibió en años anteriores. Entre 2018 y 2020, la mayoría de las encuestas de NBC, Pew Research y Fox News mostraban una división más equilibrada. Solo una, en 2019, registró una diferencia de dos dígitos en contra de ICE.

¿Un nuevo error estratégico para Trump?

Aunque la propuesta de «abolir ICE» fracasó políticamente en su momento por considerarse extrema, la creciente desaprobación actual hacia la agencia muestra que la percepción pública ha cambiado. En este contexto, hacer de ICE el eje de su agenda migratoria podría convertirse en un arma de doble filo para Trump, especialmente si se intensifican medidas polémicas como las redadas masivas o el uso del ejército para apoyar deportaciones.

El exzar fronterizo Tom Homan, uno de los aliados más vocales de Trump en temas migratorios, defendió a la agencia esta semana, asegurando que “ICE simplemente cumple con las leyes aprobadas por el Congreso”. No obstante, si el expresidente continúa apostando por reforzar su ofensiva migratoria con esta institución al frente, podría encontrarse con una fuerte resistencia no solo de activistas, sino también del electorado moderado que en su momento lo ayudó a llegar a la Casa Blanca.

En un país cada vez más dividido por su política migratoria, la figura de ICE parece destinada a estar en el centro del debate… para bien o para mal.

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