“Me siento muy orgulloso de representar a todos mis compañeros del Instituto. Este premio no es nada más mío, es de todo nuestro equipo COVID”, afirmó sonriente José Iván Campos Moreno, enfermero general adscrito al Hospital General Regional (HGR) No. 66, en Ciudad Juárez, Chihuahua, tras recibir la Condecoración Miguel Hidalgo.
Se trata de la más alta presea que otorgan los Estados Unidos Mexicanos a sus nacionales, para premiar méritos eminentes o distinguidos, conducta o trayectoria vital ejemplar, así como servicios relevantes prestados a la Patria o a la Humanidad, o actos heroicos.
José Iván recibió esta condecoración de manos del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en un evento conmemorativo realizado este 16 de septiembre en Palacio Nacional.
Obtuvo este reconocimiento en la categoría “Grado Collar”, en la que fue postulado por pacientes recuperados del virus SARS-CoV-2, atendidos en el HGR No. 66, y por personal del propio hospital.
“Me siento muy feliz. Es un halago estar en esta posición. Es una gran satisfacción demostrar que los trabajadores de enfermería podemos dar tanto a los pacientes, así como a nuestra institución que nos ha brindado todo”, comentó evidentemente emocionado.
Para él toda esta emergencia sanitaria ha sido de grandes aprendizajes, principalmente el controlar los miedos, sobre todo a la muerte. “He visto a los pacientes como si fueran amigos, muchos de los cuales ya no están aquí. Es un miedo que no se puede explicar, al menos de que se viva, pero también es una gran satisfacción cuando se van recuperados”, aseguró.
“Hemos tenido grandes tristezas y desafíos. Nos hemos enfrentado a la frustración, aprendimos a respirar con las mascarillas y a aguantar los nervios al atender a un paciente con el virus. Pero aquí estamos fortalecidos, echándole muchas ganas. Esto aún no termina, seguimos adelante”, agregó.
En ese sentido, reiteró que “el área COVID ha sido muy complicada, ha sido una situación nueva que abonó a nuestras vidas. Fuimos aprendiendo paso a paso, arriesgando nuestras vidas para salvar las de los pacientes”.
Afirmó que su familia está contenta por esta condecoración. Tiene tres años de casado y está en espera de su primer hijo. “Mi esposa y yo seguimos al pie del cañón. Tenemos un bebé en camino, por lo que sabíamos que estábamos en riesgo de podernos infectar, por lo que tuvimos que adoptar medidas de prevención”, sostuvo.
Por lo tanto, confesó que se levanta todas las mañanas con miedo de ir a trabajar, sobre todo al estar su esposa vulnerable al virus, pero su vocación supera el temor.
Finalmente, el galardonado agradeció públicamente a todos quienes lo postularon, reconoció el trabajo de sus compañeros de todas las categorías y pidió a la ciudadanía protegerse, cuidarse y evitar salir si no es necesario.
“No es momento para hacer su vida normal. Tengamos precaución ante todo”, concluyó.