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Casi 25% de la población en México tiene anticuerpos contra Covid-19: Salud

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La Secretaría de Salud dio a conocer este martes que alrededor del 25 por ciento de la población de México, es decir, casi 1 de cada 4 personas, tiene anticuerpos contra el COVID-19.

Resultados preliminares expuestos por Juan Ángel Rivera Dommarco, director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señalan que el 24.8 por ciento de ciudadanos nacionales cuentan con dichos anticuerpos.

De ese porcentaje, 26.1 por ciento son hombres y 23.6 por ciento, mujeres.

Sin embargo, Rivera alertó que para lograr la inmunidad de rebaño en el país, se necesita una inmunidad del 70 u 80 por ciento de la población, lo cual no es viable porque costaría muchas vidas humanas.

«Que logremos la inmunidad de rebaño, del 70 u 80 por ciento, tiene costos altísimos en vidas de personas, de sufrimiento», aseveró Dommarco. «Es un precio muy alto que pagar y no está recomendada esa metodología de inmunidad de rebaño».

En tanto, el grupo de 20 a 39 años es el que mayor porcentaje de individuos con anticuerpos contra el patógeno tiene, con 27.3 por ciento.

Le siguen el de 40 a 59, con 26.3; el de 0 a 19, con 24.0, y el de 60 y más, con 18.7 por ciento.

Según el INSP, para determinar estas cifras se tomaron seis mililitros de sangre de las personas estudiadas, bajo estrictas normas de higiene y material estéril y desechable.

Dicha dependencia informó este día que ya son 115 mil 99 las personas fallecidas por el nuevo coronavirus SARS-COV-2 en México.

Además, los casos confirmados ascendieron a un millón 267 mil 202, detalló José Luis Alomía, director general de Epidemiología.

Mientras tanto, los casos sospechosos con posibilidad de resultado de la enfermedad COVID-19 aumentaron a 42 mil 536.

Fuente: El Financiero

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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