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Google Fit te permitirá medir tu frecuencia cardíaca y respiratoria a través de las cámaras de tu móvil

La aplicación de Google para el seguimiento de actividad y salud recibirá una importante actualización en unas semanas. Tras su último rediseño, la próxima actualización de Google Fit será capaz de medir dos signos vitales.

A partir del próximo mes con Google Fit podrás medir tu frecuencia cardíaca y respiratoria sin requerir ningún sensor especial, usando únicamente la cámara de tu dispositivo. Eso sí, esta característica llegará primero en los Pixel con planes para llegar esta novedad a más dispositivos.

Así podrás medir tu pulso y frecuencia respiratoria con tu móvil:

Google adelanta que para medir la frecuencia cardiaca solo solamente tendremos que colocar el dedo en sobre lente de la cámara trasera. Para medir frecuencia respiratoria usaremos la cámara frontal para enfocarnos la cabeza y la parte superior del torso y respirar normalmente para calcular la frecuencia.

Medir el pulso y la frecuencia respiratoria usando las cámaras de un móvil es gracias a que los sensores son cada vez más potentes, que unido a los avances en la visión por computadora permiten rastrear pequeñas señales físicas a nivel de píxel como los movimientos del pecho para la frecuencia respiratoria o los sutiles cambios de color que ocurre en las yemas de dedos por el flujo sanguíneo para calcular la frecuencia cardíaca.

Google ha realizado estudios clínicos par validar los resultados conseguidos en una gran variedad de condiciones del mundo real y para la mayor cantidad de personas posible. Por ejemplo, s algoritmo de frecuencia cardíaca tiene cuenta factores como la iluminación, el tono de piel o la edad.

La compañía avisa que estas medidas no están diseñadas para un diagnóstico médico o para evaluar afecciones médicas. Tan solo sirven como una estimación que nos ayude a realizar cambios en nuestros hábitos para mejorar nuestro bienestar.

Fuente: Xataka

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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