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México

Morena propone impuesto de 7 por ciento a plataformas como Netflix, Amazon, Apple y otras

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El Grupo Parlamentario de Morena propuso en la Cámara de Diputados imponer un impuesto del 7 por ciento a las plataformas de streaming como Netflix, Disney Plus y Apple TV.

Fue la diputada Celeste Ascencio Ortega quien presentó la iniciativa para modificar la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios. Este martes 13 de abril, se publicó la propuesta en la Gaceta Parlamentaria.

De acuerdo con Ortega, la iniciativa tiene como fin “gravar una fuente de riqueza en crecimiento a fin de ampliar y diversificar las fuentes de ingreso del Estado”.

Por lo tanto, la diputada de Morena propone un impuesto del 7 por ciento al consumo de contenidos audiovisuales de empresas Over to Top (OTT) o de streaming, de las cuales Netflix es líder en México y el mundo, pero también afectaría a usuarios de Prime Video y otras plataformas.

Asimismo, la iniciativa de la legisladora morenista añade que el objeto de dicha modificación a la ley es para que exista un domicilio de esas empresas. En “donde puedan presentar quejas y reclamaciones por los servicios que consumen”. Sin embargo, si las empresas extranjeras de streaming no tienen un establecimiento en México, éstas deberán pagar una tasa del 15%.

De la misma forma, para asegurar el pago del impuesto, la iniciativa expone que todos los bancos que emiten tarjetas de crédito y débito tendrían que hacer de manera automática la retención de este 7%.

“Actualmente, existe una tendencia en el mundo en el sentido de imponer regulaciones e impuestos a las grandes plataformas tecnológicas. Como los OTT”, puntualiza la iniciativa de Ortega.

Fuente: Radio Fórmula

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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