Conecta con nosotros

Nota Principal

Olga Sánchez Cordero es electa como presidenta del Senado de la República

Published

on

Con 97 votos a favor y una abstención, los senadores eligieron a Olga Sánchez Cordero, ex titular de la Secretaría de Gobernación, como presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República en el periodo de la LXV Legislatura. Iniciará su nuevo cargo a partir del 1 de septiembre. Por otra parte Sergio Gutiérrez Luna, miembro del partido Morena, presidirá la Cámara de Diputados.

“Asumir la presidencia de la Mesa Directiva es un honor, aportaré toda mi experiencia para trabajar desde el diálogo y consenso, para impulsar acuerdos y lograr la coordinación de las diversas voces políticas”, dijo la ahora presidenta del Senado de la República.

Después de que se dieran a conocer los resultados de la votación, la también ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) juró guardar y hacer guardar la Constitución Mexicana ante el Senado.

“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrioticamente el cargo de presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República que se me ha conferido, mirando en todo por el bien y por la prosperidad de la unión. Y si así no lo hiciere, que la nación me lo demande”, dijo Sánchez Cordero.

Ya una vez que tomó protesta, la ahora presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República señaló que la Cámara Alta se encuentra instalada para los ejercicios legislativos de la segunda mitad del gobierno en turno.

Por otro lado, Sergio Gutiérrez Luna fue electo como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, con 491 votos a favor, 0 en contra y una abstención. Los legisladores integrantes de la 65 Legislatura rindieron protesta para ejercer sus cargos desde el próximo 1 de septiembre de 2021 hasta el 31 de agosto de 2024.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

Published

on

El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto