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Salud y Bienestar

Diputados locales piden mecanismos para evitar suicidios

En Sesión Ordinaria del Poder Legislativo, fue aprobada la iniciativa de la diputada del PAN, Carla Yamileth Rivas, en la cual se exhortó a los tres órdenes de gobierno, para que en el ejercicio de sus facultades se implementen y/o fortalezcan los mecanismos para la atención y prevención del suicidio en el Estado.

Al exponer el asunto aprobado de manera urgente, la Legisladora detalló que de acuerdo a la OMS, el suicidio se define como un acto iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal; al respecto, dicha organización señala al suicidio como un problema multifactorial, que resulta de una compleja interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos y ambientales.

Apunta que la prevención y el tratamiento adecuado de la depresión, abuso de alcohol y otras sustancias, así como de quienes han intentado suicidarse, permite la reducción de las tasas de suicidio.

De acuerdo a un artículo publicado en un medio impreso, cada año, más de 700,000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos.

Agregó que el tercer informe regional sobre la mortalidad por suicidio, publicado en marzo de 2021 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el suicidio es la tercera causa de muerte entre adolescentes y jóvenes, cobrando la vida de aproximadamente 12,000 jóvenes de 15 a 24 años de estos, tres de cada cuatro son hombres. Tan solo en América, esta práctica cobro la vida, en 2019, de aproximadamente 97,339 personas, sin embargo, se estima que los intentos de suicidio pueden haber sido 20 veces esa cifra.

Es por lo antes señalado y dado al aumento de casos referidos, que se hace la petición para que los Poderes Ejecutivos Federal y Estatal, así como los 67 ayuntamientos de la Entidad, realicen acciones e implementen los mecanismos adecuados para la atención y prevención del suicidio en el E

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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