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Lozoya compraba relojes, obras de arte y copas de cristal con ‘tarjetazos’

Lujos y excesos fue lo que encontró la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en las cuentas del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, esto en ‘tarjetazos’ por más de 26 millones de pesos durante su gestión.

La denuncia fue presentada por parte de la Fiscalía General de la República y de acuerdo con la investigación de la UIF, los cargos a las tarjetas de Lozoya registraba montos mensuales de entre los 100 y 300 mil pesos, publicó Milenio.

Ya en 2016, casi al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, los montos eran cercanos al millón de pesos, como el realizado en noviembre por 916 mil 245 pesos.

En 2018, el gasto de su tarjeta American Express, cuya beneficiaria también era su esposa Marielle Helene Eckes fue de 8 millones 811 mil 344 pesos.

Esto significa que en el periodo en que Lozoya fue director de Pemex, en promedio gastaba 300 mil pesos mensuales.

Dentro de las compras más extravagantes del ex funcionario público destacan copas de cristal francesas vendidas en Suiza por un monto de 87 mil pesos, además de cuatro relojes finos de las marcas Patek Philippe y Franck Muller, que suman 160 mil dólares, así como seis cuadros de artistas famosos, los cuales alcanzan el millón de dólares, y un acervo de “obras diversas”, con un valor estimado de 300 mil dólares.

En la denuncia, dirigida a la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción de la FGR, a cargo de María de la Luz Mijangos, la UIF solicita, además de iniciar la carpeta de investigación, el aseguramiento de las cuentas bancarias de Lozoya.

El juez puso como plazo hoy para cerrar la investigación por el caso Odebrech.

Deportes

Dodgers se enfrentan al ICE: rechazan uso del estadio como base para redadas migratorias

En un acto sin precedentes, los Dodgers de Los Ángeles negaron este jueves el acceso a vehículos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, en lo que representa una clara postura frente a las redadas migratorias que han estremecido a la comunidad latina en California.

La organización deportiva, considerada uno de los símbolos más influyentes de la ciudad, emitió un mensaje contundente a través de su cuenta oficial en X: “Esta mañana, ICE agentes llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El juego de esta noche se jugará según lo programado.”

Fuentes locales señalan que los vehículos del ICE —algunos adaptados para operaciones logísticas y detenciones— habían intentado establecer una posible área de concentración temporal cerca de la Puerta E, en Elysian Park, como ha sucedido en otras zonas como Hollywood o Pasadena. Sin embargo, la administración del equipo, respaldada por el carácter mayoritariamente privado del inmueble, ejerció su derecho de admisión para frenar el intento.

Parte del terreno del estadio sigue en manos del expropietario Frank McCourt, pero la decisión final fue consensuada dentro de la directiva del club, que ha enfrentado presión en días recientes para asumir un rol más activo frente a las detenciones migratorias.

Ese mismo día, se esperaba que los Dodgers presentaran un plan de apoyo a organizaciones que brindan asistencia a inmigrantes afectados por redadas. Lo ocurrido marca, según activistas y medios locales, “la primera respuesta contundente” del club en defensa de su afición migrante, históricamente base fundamental de su identidad y legado.

Alrededor de dos decenas de manifestantes se congregaron de manera pacífica frente al estadio para exigir el retiro del ICE y mostrar solidaridad con las comunidades afectadas. La Policía de Los Ángeles (LAPD), a solicitud del equipo, mantuvo a los manifestantes fuera del acceso principal.

La concejala Eunisses Hernández, en declaraciones posteriores, criticó la presencia de ICE en zonas cercanas al estadio y celebró la decisión de los Dodgers al señalar: “Propiedad privada es diferente. Pueden decir: ‘no en mi propiedad’.”

También hubo pronunciamientos dentro del vestidor. El pelotero puertorriqueño Kiké Hernández expresó públicamente su respaldo a la comunidad migrante, sumándose al mensaje de inclusión que la organización ha querido reforzar.

Pese a la tensión, el encuentro entre Dodgers y Padres se celebró sin contratiempos, con gradas llenas y sin alteraciones en el campo. Pero el gesto del club no pasó desapercibido: en una ciudad donde la inmigración es parte esencial del tejido social, los Dodgers han decidido no quedarse al margen.

Lo sucedido podría marcar un precedente sobre el papel que equipos deportivos pueden asumir ante políticas migratorias controvertidas. En un momento donde el deporte y la política se entrelazan más que nunca, los Dodgers no solo jugaron un partido este jueves: también fijaron una postura.

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