El número de personas que han huido de Ucrania desde la invasión rusa ha superado los 4 millones, informó el miércoles Naciones Unidas, mientras continúa la ofensiva en lugares donde Moscú había prometido reducir sus operaciones militares.
“No sé si podemos seguir confiando en los rusos”, afirmó el refugiado Nikolay Nazarov, de 23 años, mientras cruzaba la frontera de Ucrania con Polonia acompañado de su padre, que iba en silla de ruedas.
A pesar de que Rusia anunció el martes que sus fuerzas aliviarían su asalto cerca de la capital de Ucrania, Kiev, y otros lugares, Nazarov dijo esperar una “escalada mayor” en el este del país, incluyendo la ciudad de la que huyeron él y su padre.
“No podemos volver a Járkiv”, agregó. “Tenemos miedo de una nueva etapa de guerra en el este de Ucrania”.
Nazarov, al igual que otros refugiados entrevistados por The Associated Press, coincidió con la opinión del presidente ucraniano. En su discurso por la noche del martes, Volodymyr Zelenskyy dijo que dado lo que estaba sucediendo en el frente, no había razón para creerle a Rusia sobre la reducción de la actividad militar cerca de Kiev y en Chernihiv, una ciudad del norte actualmente sitiada.
“Podemos llamar positivas a las señales que escuchamos en las negociaciones”, declaró Zelenskyy en su discurso al pueblo ucraniano. “Pero esas señales no silencian las explosiones de los proyectiles rusos”.
La ACNUR, la agencia de refugiados de Naciones Unidas, dijo el miércoles que más de 4 millones de personas han huido de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero, que detonó la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. La cifra supera los peores pronósticos hechos al comienzo de la guerra.
“Es un hito trágico”, lamentó Alex Mundt, coordinador sénior para el manejo de emergencias de ACNUR en Polonia. “Significa que en menos de un mes o en apenas un mes, 4 millones de personas han sido desarraigadas de sus hogares, de sus familias, de sus comunidades, en lo que es el éxodo de refugiados más rápido de la historia reciente”.
La ACNUR, que publicó los datos en su página web, precisó que más de 2,3 millones refugiados ucranianos han llegado a Polonia. De ellos, muchos han seguido su camino hacia otros países o han regresado a Ucrania, ya sea para ayudar en la defensa contra los rusos o para cuidar a familiares.
Más de 608.000 personas han cruzado la frontera con Rumania, más de 387.000 fueron a Moldavia y aproximadamente 364.000 llegaron a Hungría en las últimas cinco semanas, según los conteos proporcionados por los gobiernos, dijo la ACNUR.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.