En la actualidad existe un billete de 20 pesos por el cual se está ofreciendo 25 mil dólares, es decir, 400 mil pesos por un error
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El billete de 20 pesos está siendo guardado por varios mexicanos debido a su diseño y porque, seguramente, en el futuro aumentará su valor si está bien cuidado; sin embargo, existen algunos ejemplares que tienen un error que podría elevar su precio hasta los 400 mil pesos.
Lo anterior debido a que la numismática, la cual se encarga de estudiar las diversas piezas de monedas y billetes, considera a este ejemplar como uno de los más raros ya que tiene un detalle que convierte a la pieza en diferente del resto.
En ese sentido, hay que recalcar que actualmente existen varias personas que están dispuestas a pagar miles de pesos por adquirir este tipo de ejemplares y entre ellos están “La casa de subastas”, “El mundo de la moneda” o el espacio virtual “Todocolección”, entre otros.
A su vez, también se pueden ofertar las monedas y billetes por su rareza en sitios web como “Milanuncios”, “eBay”, o “Ebid”, sin embargo una de las plataformas más comunes en México es Mercado Libre.
El billete de 20 con error que vale 400 mil pesos
Por esta razón, en la actualidad existe un billete de 20 pesos por el cual se está ofreciendo 25 mil dólares, es decir, 400 mil pesos y que se puso en circulación el pasado 6 de mayo de 2020.
Este billete, de hecho, corresponde a la serie AA08115821, y se trata de un billete sin circular.
A su vez, el billete consta de la obra “Solemne y pacífica entrada del Ejército de las Tres Garantías a la Ciudad de México el día 27 de septiembre del memorable año de 1821” /1, de autor anónimo y que forma parte de la colección del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, localizado en la Ciudad de México. A su izquierda ondea la Bandera del Ejército de las Tres Garantías y, a la derecha, la Bandera de México.
Vale la pena mencionar que los billetes más buscados por los coleccionistas son con el folio AA o AB.
El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.