En un lapso de pocas semanas, el popular Cracks Podcast de Oso Trava presentó a dos de los empresarios más influyentes de Chihuahua: Eugenio Baeza y Víctor Almeida. El primero, con una larga trayectoria en Grupo Bafar y un breve pero recordado paso por la presidencia municipal de la capital. El segundo, líder de Interceramic y con una historia empresarial que ha cruzado fronteras y mercados.
A simple vista podría parecer coincidencia: dos figuras con historias inspiradoras, sentadas una después de la otra para hablar de filosofía empresarial, cultura corporativa y visión a largo plazo. Contenido de calidad, sin duda. Pero… ¿y si no fuera solo eso?
El momento elegido, el perfil de los invitados y la cercanía entre ambas entrevistas abren la puerta a otras lecturas. Baeza reaparece en la conversación pública con su proyecto “Chihuahua SA”. Almeida, por su parte, habla abiertamente del papel de los empresarios en la política y de la expansión internacional de su compañía. ¿Casualidad que ambos mensajes se hayan amplificado en un espacio con audiencia nacional de alto poder adquisitivo e influencia?
No se trata de acusar ni de etiquetar a nadie. Ni los entrevistados ni el entrevistador necesitan justificación para estar donde están. Sin embargo, en comunicación estratégica, la exposición rara vez es inocente. Una entrevista bien colocada puede ser más efectiva que un costoso plan de medios. El podcast, a su vez, gana prestigio al reunir a dos figuras de peso local de manera consecutiva, reforzando su narrativa de “aquí solo vienen los cracks”.
¿Hubo agenda oculta? ¿Fue gestión directa de los empresarios o pura selección editorial de Oso Trava? No hay pruebas de patrocinios encubiertos ni de acuerdos previos. Aun así, en un ecosistema donde política, negocios y medios se cruzan con frecuencia, dejar sembrada la duda forma parte del juego.
Por ahora lo único seguro es que Chihuahua tuvo doble reflector en un escaparate nacional. Los motivos, alcances y consecuencias quedan en la interpretación de cada lector. Y quizá ahí radica la verdadera magia: que una buena entrevista puede dejar tanto por escuchar como por imaginar.