La Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) reveló el jueves que la empresa propietaria del Learjet 25, en el que viajaba la cantante Jenni Rivera, está bajo investigación y que a principios de año ya había confiscado dos aeronaves como parte del proceso.
La portavoz de la DEA, Lisa Webb confirmó que se confiscaron los jets de lujo en Texas y Arizona, pero no dio más detalles sobre el caso.
La DEA también está revisando toda la documentación y registros asociados a Starwood, la compañía con sede en Las Vegas y propietaria de las aeronaves, así como correspondencia que mantuvo la empresa con el ex alcalde de Tijuana, de quien la agencia sospecha tiene fuertes vínculos con el crimen organizado.
Las investigaciones arrojan que el hombre que debe estar detrás de la compañía Starwood es Christian Esquino, un ex convicto, quien tiene un largo historial delictivo.
Oficialmente la persona que aparece al frente de la empresa es su cuñada, pero según otros documentos ella es solo una encargada, siendo Esquino, quien maneja todas las operaciones.
Esquino fue deportado a México, luego de cumplir una condena de dos años por fraude en EE.UU. sobre aviación. Además anteriormente también fue declarado culpable de fraude en un caso sobre narcotráfico en Florida.
En una entrevista telefónica desde México, Esquino contó que Jenni Rivera tenía pensado comprar la aeronave por un valor de $250.000 y que el viaje en el que perdió la vida, fue un vuelo de prueba.
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