Lo que prometía ser el contrato de su vida terminó en ruina para Jennifer Meissner, dueña de una pequeña empresa de soldadura en Texas. Su compañía, Professional Process Piping, fue contratada para trabajar en la nueva sede de Tesla cerca de Austin, pero asegura que la empresa de Elon Musk dejó de pagarle más de un millón de dólares, obligándola a declararse en bancarrota.
“No entienden cuántas vidas arruinaron”, dijo Meissner a CNN. “Confías en que una empresa como Tesla va a pagar.”
Como ella, decenas de pequeños contratistas han denunciado públicamente a Tesla, SpaceX y X (antes Twitter) por falta de pago, según documentos judiciales y demandas civiles. Tan solo en Texas, contratistas han presentado más de $110 millones de dólares en gravámenes contra Tesla desde 2019, de los cuales más de $24 millones siguen sin saldarse.
Aunque Tesla ha alegado en algunos casos que los trabajos fueron defectuosos o incumplieron plazos, muchos de los reclamos nunca llegaron a los tribunales. La estrategia, según expertos, parece ser clara: demorar pagos hasta que las empresas afectadas se vean obligadas a desistir o demandar.
“Tesla fue la única empresa con la que trabajamos que parecía no importarles dejarnos en bancarrota”, dijo un contratista bajo anonimato. Otro incluso compró un auto Model X para celebrar su contrato con Tesla… hoy solo le recuerda la pesadilla.
El caso de Meissner refleja esta tendencia. Tras un año de trabajo dedicado al proyecto, tuvo que recurrir a préstamos con altos intereses para pagar a su equipo, hasta que ya no pudo más. En un acuerdo de bancarrota, Tesla accedió a pagar $650,000 a los subcontratistas, pero ella quedó endeudada y sin ahorros.
Otras empresas también han demandado a Tesla y X. Una firma de seguridad en Austin quebró tras no recibir $600,000; otra suministradora de combustible en Houston denunció una deuda de $2.7 millones. Twitter acumuló al menos siete demandas por impago tras ser adquirida por Musk.
“Esto no fue un caso aislado”, dijo Meissner. “Parece ser su forma de hacer negocios. Y es devastadora.”
Mientras el imperio de Musk sigue creciendo, muchos pequeños negocios que lo ayudaron a construirlo luchan por sobrevivir.