La mañana de este miércoles, la capital de Chihuahua fue escenario de un despliegue de seguridad de gran escala en el Cereso Estatal número 2, conocido popularmente como la Penitenciaría Vieja, ubicado en la avenida 20 de Noviembre y la calle 18.
Desde las seis de la mañana, más de un centenar de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano ingresaron al penal para llevar a cabo una inspección exhaustiva en sus instalaciones. La acción formó parte de un operativo extraordinario que, según fuentes oficiales, contó con la coordinación de los tres niveles de gobierno.
El objetivo principal fue localizar y asegurar objetos prohibidos dentro del centro penitenciario, además de reforzar las condiciones de gobernabilidad y estabilidad al interior del lugar, con la intención de prevenir situaciones de riesgo y garantizar el orden entre la población privada de la libertad.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado si se encontraron artículos ilegales o si hubo personas trasladadas como resultado de la intervención. La Secretaría de Seguridad Pública Estatal precisó que estas acciones forman parte de una estrategia permanente de supervisión que busca fortalecer la seguridad tanto en el interior del penal como en su entorno inmediato.
El operativo se desarrolló bajo un estricto resguardo perimetral, lo que generó expectación entre vecinos y transeúntes que observaron el movimiento de unidades oficiales desde primeras horas del día. Aunque la información detallada aún no se ha dado a conocer, la magnitud del despliegue refleja la importancia que el gobierno estatal y federal otorgan al control de los centros de reclusión en la entidad.
Con este tipo de intervenciones, las autoridades buscan enviar un mensaje de firmeza en el combate a la inseguridad y al ingreso de objetos ilícitos a las cárceles, uno de los desafíos más persistentes en el sistema penitenciario del país.