Los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron una nueva estrategia conjunta para combatir el tráfico de armas, municiones y drogas en la región fronteriza. La iniciativa, bautizada como Misión Firewall, fue presentada este fin de semana por el Departamento de Estado estadounidense y respaldada por la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump, quienes destacaron el carácter inédito de este acuerdo.
El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, calificó el entendimiento como “una cooperación histórica para proteger a ambas naciones”. Detalló que, por primera vez, se implementarán inspecciones conjuntas en la frontera, intercambio de información en tiempo real y ampliación de investigaciones que buscan frenar el flujo de armas hacia los cárteles. Además, anunció que el sistema eTrace y las imágenes balísticas se expandirán a los 32 estados de México, con lo que se espera reforzar el seguimiento de las armas decomisadas.
Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) muestran la magnitud del problema. Tan solo en el año fiscal 2025, en El Paso se registraron 26 decomisos de armas con destino a México y 49 intentos de contrabando hacia Estados Unidos. A nivel nacional, la cifra alcanzó 378 decomisos con dirección al sur y 263 hacia el norte.
Héctor Mancha, director de Operaciones de Campo de la CBP en El Paso, explicó que detener el flujo de armas y dinero ilícito es clave para debilitar a las organizaciones criminales. “Nuestros oficiales colaboran con aliados en ambos lados de la frontera para enfrentar estas amenazas”, señaló.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó que este acuerdo marca un cambio de enfoque en la relación bilateral. “Siempre nos decían que lo central era lo que pasaba de México a Estados Unidos, pero ahora, por primera vez, lo prioritario es frenar las armas que llegan de Estados Unidos a México”, afirmó.
El Departamento de Estado subrayó que el compromiso refleja “la visión compartida de una región más segura y próspera”. Por su parte, la alcaldesa de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, celebró el acuerdo y aseguró que se trata de un paso decisivo en la lucha contra la violencia: “De alguna manera, otras administraciones hicieron la vista gorda, pero ahora se reconoce el problema y se trabaja de manera coordinada”.
La congresista Verónica Escobar coincidió en la importancia del pacto, aunque advirtió que aún falta avanzar en la regulación interna de armas en Estados Unidos. “Algunas de las más peligrosas, las semiautomáticas, no deberían fabricarse ni venderse; no hay razón para que terminen en manos de los cárteles”, expresó.
Con este acuerdo, ambos países inauguran una nueva etapa de cooperación en seguridad, con el objetivo de reducir el poder de fuego de las organizaciones criminales y avanzar hacia una frontera más segura.