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Año Nuevo: ¿Atraer la buena suerte? Rituales que aún se conservan

La cena a lo mejor ya la tienes pensada, al igual que dónde te vas a comer las uvas, pero, ¿has pensado ya los rituales que vas a hacer para atraer la buena suerte en el nuevo año? Las supersticiones populares establecen que hay que realizar algunas acciones si queremos mejorar nuestra fortuna en determinados aspectos de nuestra vida en el año 2013. Puede que no seas supersticiosa, pero no pierdes nada por intentarlo. ¿Quieres conocer qué debes hacer para conseguir que 2013 sea “tu año” y despedir bien el año que dejamos?

El término de un año y el comienzo de otro es un momento simbólico en los que entran en juego algunos rituales que se han hecho a lo largo de los años para atraer la buena fortuna a nuestra vida y conseguir todo lo que nos propongamos para el año que entra.

Además de comerte las tradicionales uvas de la suerte una con cada campanada y sin atragantarte, hay algunas fórmulas que puedes hacer para conseguir que todo lo que deseas se te cumpla el año que viene.

Luz

La luz es siempre un elemento fundamental. Ten velas encendidas de diferentes colores para recibir el año. La amarilla traerá la abundancia, la roja te ayudará en la pasión, la verde en la salud y la azul en la tranquilidad. También es bueno cambiar el año con todas las luces de la casa encendidas.

Lentejas

Procedente de Italia, esta tradición dice que harás que la fortuna esté de tu lado el año que viene si te comes dentro de los diez primeros minutos del año nuevo una cucharada de lentejas cocidas sin sal.

Estrenar una prenda de ropa

Hay quien dice que estrenar ropa en fechas especiales hace propiciar cosas, por lo que en Nochevieja es fundamental. Si queremos atraer el amor, estrenaremos una prenda roja, a ser posible de lencería, mientras que si queremos atraer dinero, estrenaremos una amarilla.

Lista de deseos

Antes de comenzar a cenar coge tres trozos de papel y escribe tres deseos. Llévalo durante toda la cena y, cuando haya comenzado el año, quémalo. Otra tradición dice que debes solo quemar los trozos de papel que quieres evitar en el nuevo año y quedarte durante los 365 días del siguiente con los deseos que quieras conseguir.

Atraer el amor

A lo mejor si el año pasado empezaste el año con una prenda de ropa interior roja, has experimentado por ti misma si funciona o no, pero lo cierto es que se dice que si llevas una prenda de ropa interior roja en el cambio de año, tendrás suerte en el amor al año siguiente. Si lo que quieres es encontrar pareja, lo que recomiendan es que la primera persona a la que felicites el año con un beso sea alguien de sexo contrario.

Atraer el dinero

Con este fin puedes hacer varias cosas. En primer lugar, introducir un anillo de oro en la copa de champagne con la que brindes por el nuevo año. También puedes meterte dinero en los zapatos y recibir el año con él o repartir espigas de trigo, que es el símbolo clásico de la abundancia, entre los asistentes y también por la casa para comenzar el año.

Ya sabes, además de prepararte para la Nochevieja eligiendo vestido, peinado y maquillándote a la última, debes pensar cuáles de estos rituales harás para conseguir que el año 2013 sea inolvidable.

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Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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