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Producción mexicana acerca la música a sordomudos: Música ocular

Se estrena hoy. Es una película única de su clase en México y sólo existen dos más en el mundo. Se llama Música Ocular y es la primera cinta mexicana hecha exclusivamente en Lengua de Señas Mexicana (afortunadamente para nosotros, los que no sabemos de esa lengua y no signamos, también la subtitularon para incluirnos).

Se trata de un proyecto de José Antonio Cordero, cineasta y egresado del CCC, quien con Música Ocular presenta ya su tercera película. Su ópera prima fue ?La Cuarta Casa, un retrato de Elena Garro y ?Bajo Juárez, en el fondo alguien sabe la verdad?, un documental sobre los feminicidios en esa ciudad.

La semilla de Música Ocular nació un día en una playa, donde José Antonio Cordero vacacionaba, en Oaxaca. Se le acercó un joven que intentó comunicarse con él en señas y con algo de voz. No lo lograron, pese a que intentaron escribir algo sobre la arena. Cordero regreso del viaje tocado. Primero sintió sorpresa y luego desesperación de no entender.

?Aquí hay un problema que tengo yo?, se dijo, ?tengo la discapacidad de no entender su lengua. Me interesan mucho los idiomas. Estudio chino, hablo inglés y francés. Y me dije: hay una lengua que va más allá?.

Así comenzó José Antonio a estudiar Lengua de Señas Mexicana, o LSM. No era la primera vez que tenía contacto con ella. Tiene una amiga actriz con la que trabaja frecuentemente cuyos padres son sordos. Así comenzó integrando una escena en LSM y luego conoció a sus padres.

Al comenzar a estudiar LSM, una lengua y no un lenguaje, se dio cuenta de que las personas sordas en México son un grupo cultural, una etnia, digamos. Un grupo cultural, además discriminado. Su tendencia es más a esconderse que a mostrarse. Quería conocerlos y sabía que la contraseña para entrar era la LSM.

Regresó a Oaxaca y buscó a Eric. Quería comunicarse con él. Aún no sabía si él hablaba LSM o era un joven sordo que trataba de comunicarse sin tener acceso a esa lengua. Y fue cuando conoció a Piña Palmera una asociación civil muy reconocida en Oaxaca y en todo México que trabaja con personas con discapacidad en Rehabilitación basada en y con la Comunidad.

Y ahí vio que un grupo de personas sordas, capacitadas en LSM, se reunían todos los viernes. Eric incluido. En cuanto los vio, supo que quería hacer una película con ellos.

La semilla tardó en germinar. José Antonio se puso a investigar más sobre la cultura sorda. También investigó lo que sucedía en el Distrito Federal, pero ahí había una gran diferencia. En el DF también habría que retratar muchos más intereses, de filiación política o la mafia del ambulantaje en la que oyentes dirigen a sordos. O la reunión de un grupo en torno a la Iglesia de San Hipólito; o con Testigos de Jehová.

Se dio cuenta de que hay comunidades en el mundo que basan su vida en un ?orgullo sordo? por así llamarlo. El Deaf Way. Que se rehúsan a hablar cualquier cosa que no sea la lengua de señas de su país (porque en cada país varía). Que existen universidades como la de Gallaudet especializada en educación para sordos y personas con debilidad auditiva.

?Me sorprendieron las diferencias entre los grupos urbanos y el grupo que yo elegí. Me surgió la pregunta de si el cine era efectivamente un lenguaje universal. Llegué a la conclusión que sólo existió en el cine silente. En el cine donde no existe peso en el sonido, sí es un puente de comunicación universal?.

Aunque en un principio coqueteó con la idea de hacer un documental de denuncia buscando la inclusión de este grupo cultural, lo desechó. Aun así se sorprendió de la falta de políticas públicas para las personas sordas en México.

?Lo que más me impresionó fue la ausencia absoluta de responsabilidad del gobierno para la educación de los sordos?.

Decidió hacer su película sólo con el grupo que se reunía los viernes a platicar. Decidió que su labor como cineasta, esta vez, era hacer una película con ellos sobre lo que ellos quisieran hablar. ?Decidí que no tenía como oyente qué decidir?.

Y así nació Música Ocular. Decidió hablar con ?pequeña isla? ?son sus palabras?de personas que se reúnen a platicar cada semana de la manera más profunda posible. Decidió llevarles películas, preguntar si el cine era percibido de la misma manera. Encontró en Gallaudet algunas películas en las que sólo sordos actuaban. Y ellos dijeron: ?Queremos actuar en una película antigua? donde sí nos vemos reflejados?.

Y así cada uno decidió qué quería actuar. Lo maravilloso de todo es que al final, me cuenta José Antonio, las historias se fueron entreverando con elementos para hablar de la discriminación y la falta de educación que se da entre la comunidad. Él había decidido no hacer una película de denuncia?. Pero se dio, sí, de otra manera.

José Antonio cree y tiene toda la razón que es el colmo que en nuestro país los sordos estén excluidos del entretenimiento y más del entretenimiento hecho en México. Pueden mucho mejor acceder, por el subtitulaje (si es que leen) a películas como Ironman, pero no a Nosotros, los pobres (ni a Nosotros, los nobles).

Afortunadamente Música Ocular no nos excluye a los oyentes, está subtitulada y tiene música. Pero José Antonio destaca que la música no sólo se escucha, sino se ve. Hay coreografías con señas, que es igual a la música. Es una composición- película también rítmica y armónica. Más que nunca cree que el velo que cubre a las personas sordas es sólo el idioma, ellos ya tienen un idioma complejo con el que pueden expresar todo lo poético y artístico.

Las otras dos películas en el mundo que existen realizadas en Lengua de Señas son las siguientes:

Deafula, de 1975 hecha por Peter Wolf.

El País de los sordos, de Nicholas Philibert , de 1993

Fuente: El Universal

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Georgina Ledezma vende pulseras hechas a mano. Alumna del CAM 7507

Alumna del CAM 7507 del grupo de proyectos productivos, Georgina Kanakoqui Ledezma de 18 años de edad, joven alegre, entusiasta y trabajadora, con grandes habilidades para estar en un ambiente de trabajo, solicita el apoyo de la comunidad en general para que adquieran pulseras elaboradas con sus propias manos.

 


Bajo la asesoría y acompañamiento de la maestra Gabriela Rivero, en cuyas clases se desarrollan habilidades laborales con la finalidad de auto emplearse y/o realizar prácticas en ambientes reales, fue donde se gestó este emprendedurismo por parte de Georgina en la que de realizarlas como pasatiempo surgió la idea de ponerlas a la venta para generar sus propios ingresos como incentivo además, para que ella se sienta autónoma y feliz ya que debido a su delicada situación de salud no puede ejercer dentro de una empresa.
Este caso de éxito en la elaboración y convencimiento de producir artículos para su venta forma parte de los objetivos de nivel de formación para la vida adulta del CAM 7507 donde las maestras Ivone Santiago y Lydia Stirk del grupo de prácticas Laborales dan seguimiento puntual a todo su estudiantado.
Las pulseras de la joven Kanakoqui Ledezma estarán en venta en el restaurante “MAYÓLICA” ubicado en Blvd. Antonio Ortiz Mena 2033 Colonia Campestre-Lomas con un costo de $30 pesos.

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