Conecta con nosotros

Opinión

Victorias antorchistas en Chihuahua: producto de la lucha organizada Por Antonio Escamilla Meza

Published

on

Más de 3, 000 antorchistas de los municipios de Bocoyna, Delicias, Jiménez, Chihuahua y Cuauhtémoc ejerciendo sus derechos a manifestarse públicamente, a solicitar a las autoridades solución a sus demandas y a organizarse, participaron con entusiasmo y decisión en intensas jornadas de lucha a través de la realización de comisiones, mítines, marchas y plantones,  para exigir a los presidentes municipales respectivos, obras, programas o acciones, con el fin de lograr el mejoramiento de las condiciones de vida de todas las familias antorchistas y aún de las no antorchistas, es decir, de todos los habitantes de las colonias y comunidades marginadas en donde tiene presencia nuestra organización. El resultado de las jornadas de lucha, llevadas a cabo durante el presente año, fue satisfactorio para los manifestantes pues con todos los presidentes en cuestión se lograron acuerdos para resolver parte de los diferentes pliegos petitorios enarbolados por los antorchistas.

Abel Hipólito Gutiérrez González, alcalde de Bocoyna, se comprometió a realizar en este año 2012 las siguientes obras: Ampliación de electrificación en  El Pinal, Kilómetro 80, La Cascada, Magisterial, El Salto, Sehueriachi, Las Ahujas, Talayotes, Tucheachi, Huirinima, Bocoyna y San Antonio; ampliación de drenaje en El Pinal, El Ojito, La Pila, en la cabecera municipal, en el Barrio Gran Visión, en Barrio Rochivo y Barrio del Norte; pavimentaciones con concreto hidráulico en calle Mina y calle Teporaca, del pueblo de San Juanito; en calles González y Revolución de la cabecera municipal, y en calles Ferrocarril, Paseos de Barochi y Privada, del pueblo de Creel. Se comprometió, además, a proporcionar paquetes de materiales que necesiten los pobladores dentro del programa de 50 y 50 por ciento; y con paquetes de cemento, con un costo de 75 pesos por saco.

Mario Mata Carrasco, presidente municipal en Delicias, en una audiencia que concedió a los inconformes, hizo el compromiso de incluir en el programa Piso Firme a todos los solicitantes del Ejido El Diez, las colonias Tercera Ampliación de la Campesina, Santa Fe, Revolución, Ampliación de Laderas del Norte, Francisco Villa y Emiliano J. Laing. Se estableció el compromiso de que Laderas del Norte, Ampliación Laderas y Tercera Ampliación de la Campesina serán incluidas en el programa municipal de electrificación. Asimismo, que se pavimentará el acceso a Ejido El Diez, a la colonia rural Kilómetro 92, calles principales en Ampliación Laderas, Revolución, el fraccionamiento Santa Gertrudis y en la colonia Flamingos, en diferentes etapas. También hizo compromiso de regularizar las propiedades de las colonias Santa Fe, Campesina Tercera Ampliación, Kilómetro 92 y la zona urbana del Ejido el 10.

Marcos Chávez, presidente municipal de Jiménez anticipó que están en trámites de aprobación y gestoría las siguientes obras: la ampliación de la red eléctrica en los ejidos California y Nuevo Saucillo; el alumbrado público en Torreoncitos, en Lázaro Cárdenas, Nuevo Saucillo, California y Ejido Libertad. Entre los acuerdos a que se llegó con el munícipe, se continuarán los trabajos para la ampliación del drenaje en el Ejido El Triunfo. Se dará también mantenimiento o cambio del cableado eléctrico en la red de la colonia Lázaro Cárdenas.

Finalmente, Marco Adán Quezada Martínez, alcalde de Chihuahua, autorizó la introducción de energía eléctrica en La Noria segunda etapa, Los Llanos una ampliación, María Isabel, Los Bosques, Secretaria de Educación Pública, Granjas Chihuahua, Santa Elena, Granjas Chihuahua 6, Ampliación Valle Dorado, Granjas Villa Juárez, Ampliación 11 de febrero y Ampliación 11 de febrero Jones, Granjas Cerro Grande Soto, Granjas Cerro Grande entre novena y abetos y el Mimbre.  La construcción de la línea de conducción para el agua potable de Ampliación Valle Dorado y Praderas y la dotación de maquinaria para la línea de conducción en Lomas de Oriente. El establecimiento de una Clínica de Salud para Vista Cerro Grande.  La construcción de una cancha de usos múltiples en Jardines de Sacramento; baños y acabados en salón de usos múltiples en la colonia Clara Córdova Morán. Pavimentación de calle Plan de San Luis en la colonia Renovación. Construcción de puente vehicular en la calle 66 y media de Vista Cerro Grande; y la implementación del programa de mejoramiento a la vivienda para 855 familias. Todas estas obras o programas se llevarán a cabo con base en un  calendario que culminará en noviembre de 2012.

Con Israel Beltrán Montes, presidente municipal con licencia y con Rafael Martínez Pérez, presidente en funciones, ambos del municipio de Cuauhtémoc, acordamos el inicio de la dotación de 600 lotes para vivienda popular (se entregarán 200) en la colonia “Chano Duarte”, la pavimentación del acceso en Santa Lucía, Progreso y Morales en este año 2012, la introducción de electricidad en la primera etapa y la construcción de salón de usos múltiples en la colonia Los Alcaldes

Llegar a la culminación de esta etapa de la lucha no fue fácil: fue necesario vencer resistencias, intentos por violentar nuestros derechos constitucionales, negativas rotundas, maniobras dilatorias y hasta amenazas de represión veladas; pero al final pudo más la lucha organizada de los antorchistas, la tenacidad y empuje de los que decidieron luchar para defender sus derechos y lograr una vida mejor, la verticalidad de nuestros dirigentes que siempre estuvieron en la primera línea de la batalla, la fuerza del antorchismo y la razón en los argumentos para justificar todas y cada una de las demandas planteadas para alzarnos con la victoria en esta etapa de la lucha y hacer más respetable nuestra organización para que nuestros derechos fueran respetados.

Sin embargo, como es evidente, se impone la necesidad de vigilar celosamente el cumplimiento de los acuerdos, por tanto, hay que continuar en pie de lucha; porque al primer intento por violentar lo pactado, nos levantaremos como un solo hombre para exigir el cumplimiento de la palabra empeñada.

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Opinión

La corona que derribó al fiscal. Por Caleb Ordóñez T.

Published

on

By

Alejandro Gertz Manero no se fue por un solo escándalo. Su salida de la Fiscalía General es el cierre natural —y casi inevitable— de una historia acumulada durante décadas: un expediente no judicial, sino político, construido a fuerza de polémicas, enojos y decisiones que siempre parecían estar un milímetro antes (o después) del momento correcto. Una vida pública larga, tensa y llena de episodios que México nunca logró procesar del todo y que terminaron de golpe cuando la luz inesperada lo alumbró demasiado.

Para entender su renuncia, hay que regresar al principio. A 2001. A Puente Grande. A Joaquín “El Chapo” Guzmán desapareciendo como si el penal fuera un teatro mal montado. A un gabinete recién estrenado y a un secretario de Seguridad Pública —Gertz— que quedó tocado desde ese instante, aun cuando defendió hasta el cansancio que los penales no estaban bajo su control directo. Tenía razón en la letra, pero la política no se escribe con artículos constitucionales; se escribe con percepciones. Y la percepción quedó marcada: primera fuga, primer señalamiento.

Luego vendría “el caso familiar”, quizá el capítulo más corrosivo de su trayectoria. La denuncia por homicidio en contra de su excuñada Laura Morán y de su sobrina política, Alejandra Cuevas, terminó por convertirse en un espejo que devolvía una imagen poco favorecedora del fiscal. La figura jurídica de “garante accesoria”, que nadie encontraba en ningún código, la prisión de Cuevas, la reapertura del expediente cuando él ya era fiscal, y después los audios filtrados donde se quejaba del proyecto de sentencia de la Suprema Cort Ese episodio enterró la narrativa de imparcialidad y lo colocó en el centro del debate sobre el uso personal de la justicia. No su mejor capítulo.

Y sin embargo, tampoco ahí cayó.

Su paso por la FGR tuvo escenas memorables —algunas para bien, otras para museo del absurdo. Anunció con firmeza una cruzada contra la impunidad heredada: Odebrecht, Estafa Maestra, Pemex, la élite política del sexenio pasado. Era un fiscal que llegaba con autoridad intelectual: décadas de docencia, formación sólida en derecho penal, experiencia en seguridad y una convicción genuina de que el Ministerio Público tenía que recuperar su dignidad institucional. Ese punto —el positivo— hay que concedérselo: Gertz siempre habló de la Fiscalía como una institución que debía fortalecerse y, al menos en discurso, entendía la necesidad de autonomía y rigor técnico.

Pero entre lo que se quiere y lo que se logra suele haber un océano.

El caso Lozoya terminó convertido en una tragicomedia: el testigo estrella que prometía derribar a medio gabinete peñista terminó fotografiado en un restaurante, con un guion de colaboración que se desmoronó y un expediente repleto de promesas incumplidas. El famoso cheque de 2,000 millones de pesos, presentado en Palacio Nacional como “reparación del daño”, resultó más simbólico que real. Y mientras tanto, Rosario Robles vivió en prisión preventiva prolongada, exhibiendo el rostro más duro de la Fiscalía, mientras Lozoya parecía disfrutarse el fuero moral de la cooperación.

Su sello más polémico fue la justicia diferenciada. La exoneración exprés del general Salvador Cienfuegos tensó la relación con Estados Unidos; el intento de procesar a 31 científicos del Conacyt por delincuencia organizada levantó incluso carcajadas en los tribunales; los expedientes contra gobernadores y candidatos en temporada electoral alimentaron la narrativa de que la FGR olía más a estrategia que a proceso penal.

Y después llegó la guerra interna. El pleito con Julio Scherer, la batalla por el control de ciertos expedientes, las acusaciones cruzadas de extorsiones, venganzas y “operaciones sucias” mostraron una Fiscalía atrapada en el mismo laberinto político que juró superar.

Con todo, había una cualidad que incluso sus críticos reconocen: Gertz era persistente. Y conocía el aparato penal como pocos. Tenía método, obsesión por el detalle y una idea fija de orden institucional. No siempre funcionó, no siempre fue justa ni eficiente, pero era innegable que se trataba de un hombre que llevaba décadas pensando —de verdad pensando— en el sistema penal mexicano.

¿Entonces por qué renunció?

Porque la política no solo se derrumba por grandes actos de corrupción o colapsos institucionales. A veces cae por la presión inesperada del lugar menos imaginado. En este caso, una corona.

Todo estalló cuando México celebraba con júbilo el triunfo de Fátima Bosch como Miss Universo. Una mexicana ganando el certamen después de tantos años era un regalo para la narrativa nacional: orgullo, identidad, representación, el país hablando de algo luminoso por primera vez en semanas. Pero justo ahí, en plena celebración, comenzaron a circular los expedientes —sellados y empolvados en la FGR— relacionados con Raúl Rocha, presidente de la franquicia Miss Universo y vinculado en investigaciones mediáticas con presuntos contratos irregulares con Pemex.

La pregunta no era si existía una investigación. La pregunta era: ¿por qué se filtró justo ahora?

La respuesta implícita fue unánime: porque la FGR había perdido control interno. Porque intereses cruzados querían lastimar a la 4T. Porque la filtración no solo embarraba a un empresario, sino también a Bosch, la nueva joya mediática del país. Porque el triunfo, tan necesario en una nación saturada de malas noticias, se convirtió en combustible político en cuestión de horas. Porque México estaba celebrando una coronación, y alguien sacó un expediente que olía a guerra interna.

Eso, en Palacio Nacional, fue dinamita.

No se podía permitir que una victoria global, limpia y emocional, se convirtiera en pleito burocrático. Mucho menos cuando la Presidencia buscaba proyectar una nueva etapa institucional y evitar conflictos con la industria cultural y de entretenimiento que ya estaba devolviendo atención internacional al país. Gertz había sobrevivido a todo: a expedientes fallidos, a presiones, a audios filtrados, a críticas internacionales. Pero tocar un símbolo recién coronado fue otra cosa. Transformó un problema jurídico en un problema político. Y en México, los problemas políticos se resuelven de una sola forma: pidiendo renuncias.

El 27 de noviembre de 2025, presentó la suya.

Salió con un extraño nombramiento diplomático y un comunicado sin dramatismos, pero cargado de silencios. Fue la despedida de un fiscal que quiso ser reformador, que terminó siendo símbolo de poder concentrado y que cayó no por un caso penal, sino por una coronación que puso demasiados reflectores sobre sus polémicas.

Y así, la corona de Fátima Bosch terminó abollando algo más que el ego de los críticos: terminó abollando, también, el trono del fiscal más poderoso del México reciente.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto