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Joven esconde a su bebé muerta dentro de un oso de peluche

Una mujer ocultó el cuerpo de su bebé de siete meses en un oso de peluche, luego de que la menor falleció por neumonía y desnutrición, en el municipio de Tlaquepaque, Jalisco.

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Una mujer ocultó el cuerpo de su bebé de siete meses en un oso de peluche, luego de que la menor falleció por neumonía y desnutrición, en el municipio de Tlaquepaque, Jalisco.

Kimberly Vianey Álvarez Enríquez estaba bajo el cuidado de su madre Miriam Carolina Enríquez Martínez, de 19 años, en su domicilio en la colonia Arroyo de las Flores.

Por el temor a ser acusada de la muerte de la bebé, la mujer inventó que su hija le fue robada mientras tomaba un baño, por lo que reportó su desaparición el pasado 5 de noviembre.

Un día después se activó el protocolo de Alerta Ámber.

Enríquez Martínez dijo a las autoridades que la tarde del martes 5 se encontraba en su vivienda y decidió bañarse. Afirmó que escuchó ruidos en la azotea pero al no ver nada regresó a la ducha y que cuando salió la bebé había desaparecido.

Al día siguiente el esposo y la suegra de la mujer rindieron su declaración ante la Fiscalía de Jalisco.

Miriam Carolina cayó en contradicciones. Las autoridades la sometieron a la prueba del polígrafo, tras lo cual se descubrió que la pequeña murió al estar bajo el cuidado de su madre.

En un intento por ocultar el cadáver de la niña, Enríquez Martínez le sacó el relleno a un oso de peluche y ahí metió el cuerpo; luego volvió a coserlo y lo dejó junto a la cama.

La pequeña no tenía huellas de violencia. No obstante, la detenida fue acusada por falsedad de declaraciones e inhumación.

La mujer podría enfrentar hasta cinco años en prisión, según el Código Penal del Estado de Jalisco.

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Los retos de la Inteligencia Artificial ante un verano muy caliente

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El término “invierno de la inteligencia artificial” fue introducido por Roger Schank y Marvin Minsky en 1984, en la convención anual de la Asociación Norteamericana de Inteligencia Artificial (AAAI).

En ese encuentro advertían acerca de un probable estancamiento en el ámbito de la IA, caracterizado por una merma en el financiamiento y el entusiasmo hacia esta disciplina. La metáfora vino inspirada por el “invierno nuclear” del que se hablaba durante la Guerra Fría ante el riesgo de ataques con bombas atómicas, para ilustrar un periodo de declive, luego de una etapa de elevadas expectativas, respecto a las capacidades de la inteligencia artificial.

Cambio de narrativa

La revolución de la inteligencia artificial(IA) está marcando un antes y un después en diversas actividades profesionales, redefiniendo roles y automatizando ciertas funciones, particularmente aquellas caracterizadas por su repetitividad o la gestión de extensos volúmenes de datos.

Un informe del Departamento de Educación del Gobierno británico publicado a finales de 2023 evaluaba los posibles efectos de la IA en el mercado de trabajo de Reino Unido, señalando las debilidades de algunos puestos de trabajo. Algunos ejemplos que se encuentran en la línea de fuego de esta transformación tecnológica son: analistas de datos, periodistas, personal de back office, agentes bursátiles y traders, auditores y contables, consultores y analistas económicos, asesores financieros y analistas de riesgos financieros, entre otros.

IA y enriquecimiento global

McKinsey Global Institute ha examinado el impacto de la inteligencia artificial en campos como la economía y las finanzas, con un enfoque particular en su influencia en el ámbito laboral.

Los resultados de la investigación sugieren que, a pesar de los desafíos asociados con su adopción y absorción, la IA tiene el potencial de generar una actividad económica adicional a nivel global de entre 2,6 y 4,4 miles de millones de dólares anuales. Por ejemplo, el PIB español en 2021 fue de 1,4 mil millones de dólares. Esto aumentaría a nivel global el impacto de la inteligencia artificial en la economía entre un 15 y un 40 %.

El panorama de la IA ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, con un marcado incremento tanto en su adopción como en la inversión por parte de las organizaciones. Desde 2017, la implantación de la IA se ha duplicado y actualmente más de la mitad de las empresas dedican más del 5 % de sus presupuestos para digitalización a esta tecnología.

Valor añadido e innovación

Ante el imparable avance de la inteligencia artificial, es momento de encarar la realidad: la entrada de la inteligencia artificial a las empresas afectará al trabajo de las personas, que deben reinventar su lugar en el mercado de trabajo.

Hay que evitar la llegada del “invierno del trabajo”: la formación de valor añadido y la habilidad de pensar de manera innovadora, lo que llaman “pensar fuera de la caja”, ya no son meros complementos sino requisitos indispensables para no verse relegados en sus funciones.

La innovación y la ética deben ir de la mano en este nuevo escenario, pero, sin una dosis de creatividad y aporte único, el desarrollo humano y el crecimiento profesional corren el riesgo de estancarse.

Este cambio de paradigma no admite términos medios: o los trabajadores se mantienen evolucionando constantemente o se quedarán atrás.

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