El Ejército de Israel ha lanzado bombardeos diarios y continuos sobre Gaza, luego de la incursión de Hamás. (EFE)
Del total de los muertos por al guerra entre Israel y Hamás, 4 mil eran niños palestinos, además de que van 30 mil heridos, 1 millón 700 mil desplazados.
Un mes después del estallido de la guerra entre Israel y Hamás, el número de muertos supera ya los 11 mil – de ellos 4 mil niños palestinos -a lo que hay que añadir 241 rehenes israelíes, casi 30 mil heridos, 1 millón 700 mil desplazados, una franja de Gaza partida en dos y devastada por los bombardeos y una ayuda de la comunidad internacional que llega a cuentagotas.
El pasado 7 de octubre, el grupo islamista Hamás lanzó por sorpresa desde Gaza, y en un hecho sin precedentes, un ataque combinado con el lanzamiento de 5 mil cohetes e infiltraciones en territorio israelí por tierra, mar y aire con parapentes.
En paralelo, elementos de Hamás irrumpieron con disparos en un festival de música electrónica que se celebraba próximo a la Franja al tiempo que secuestró en territorio de Israel a decenas de soldados y civiles israelíesy extranjeros con la intención de canjearles por presos palestinos.
También asaltaron los milicianos de Hamás el Kibbutz Beeri, una comunidad agrícola a cuatro kilómetros de Gaza, donde mataron a al menos a un centenar de civiles.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró el estado de guerra contra Hamás con el lanzamiento de la operación “Espadas de hierro” con bombardeos constantes en la Franja que ha sumido a la población gazatí en una situación agónica.
ONU pide al un alto al fuego ‘inmediato’ en Franja de Gaza
Los máximos responsables de las distintas agencias humanitarias que integran Naciones Unidas han pedido al unísono un alto al fuego humanitario en la Franja de Gaza y han señalado que dejar sin alimentos, agua y electricidad a toda una población es una atrocidad tan grande como lo fue el asesinato de civiles israelíes.
“Desde hace casi un mes, el mundo asiste conmocionado y horrorizado a la evolución de la situación en Israel y los territorios palestinos ocupados. En Israel, unas mil 400 personas han muerto, miles han sido heridas (…) Más de 200 personas, incluidos niños, han sido tomadas como rehenes. Los cohetes (de Hamás) siguen traumatizando a las familias”, señalan en una declaración común.
Al mismo tiempo, afirman que “los horribles asesinatos de aún más civiles en Gaza son una atrocidad, como lo es dejar sin alimentos, agua, medicinas, electricidad y combustible a 2.2 millones de palestinos”.
La ONU está pagando también un enorme coste humano en esta guerra, con 88 empleados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) que han sido asesinados en los ataques israelíes.
Aficionados mexicanos dudan en asistir a partido de la Selección en LA por temor a redadas migratorias
Los Ángeles, California — El encuentro de la Selección Mexicana contra República Dominicana este sábado en el marco de la Copa Oro se ve ensombrecido por el miedo de la comunidad migrante, que teme la presencia de agentes de inmigración durante el partido.
La incertidumbre ha crecido entre los aficionados indocumentados o con familiares en situación irregular, muchos de los cuales han decidido no asistir al Rose Bowl de Pasadena. «Está peligroso ahorita. Sí hay gente espantada», comentó Carlos Martínez, un aficionado radicado en California.
El ambiente de tensión se reflejó desde la llegada del Tri:
El equipo cambió su hotel de concentración en Long Beach debido a los disturbios recientes
Cero aficionados recibieron al equipo a su llegada, algo inusual en giras por EU
Las redes sociales muestran preocupación con hashtags como #TRIconMiedo
Aunque algunos seguidores como Eric Calderón, ciudadano estadounidense, confirmaron su asistencia («la selección es muy importante»), muchos optarán por ver el juego desde casa. La preocupación se extiende a próximas sedes en Dallas y Las Vegas, aunque con menor intensidad que en LA, epicentro de recientes operativos de ICE.
Este partido, que normalmente sería fiesta binacional, se convierte en otro frente de la crisis migratoria que vive la comunidad mexicana en EU, con familias divididas entre su pasión futbolera y el temor a la deportación.
(Con información de corresponsales y redes sociales)