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Policiaca

Acusan a alcalde de golpear a adolescente por besar a su hija

David Flores Lavenant, alcalde del municipio de Francisco I. Madero, en Coahuila, fue denunciado ante el Ministerio Público por supuestamente golpear a un adolescente al que descubrió besando a su hija.
El Ministerio Público con sede en la ciudad de Francisco I. Madero confirmó que abrió una averiguación en contra del alcalde, por golpear y causar lesiones a César “N”, de 16 años.

La delegada de la Procuraduría General de Justicia del Estado en San Pedro, Leticia Charles Uribe, precisó el diario Zócalo, confirmó que la madre del menor, identificada como Ángela Gabriela, presentó denuncia por hechos ocurridos en un domicilio en donde se realizaba una convivencia familiar en la colonia Benito Juárez. Sin embargo, no ofreció información sobre las fechas de cuándo ocurrió la agresión ni de cuándo se presentó la denuncia.

De hecho, los familiares de la víctima consideran que las indagatorias se han realizado con lentitud, por lo que viajaron a Saltillo para exigir justicia.

Ángela Gabriela, madre del menor, dijo que esperan que se actúe contra el presidente municipal Flores Lavenant.

De acuerdo con el examen que se le practicó al adolescente, se indicó, éste presenta lesiones que tardan más de 15 días en sanar y que fueron producto de la agresión que sufrió por parte del edil David Flores Lavenant.

Para el alcalde, esta situación tiene tintes políticos, por lo que, aseguró, presentó ya una contrademanda.

Según medios locales, no es el primer escándalo en que se involucra al alcalde y su familia. Recientemente, la novia de Elías Flores Delgado ?hijo del edil?, quien está embarazada, aceptó que tendrá al bebé sólo por conveniencia, ya que, dijo, sus suegros la tratan mal y ella sólo busca sacarles dinero.

Fuente Excelsior

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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