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ADN de los mexicanos predispuesto a la obesidad

Existen muestras sobre la influencia genética en el desarrollo de enfermedades en diversas poblaciones. Científicos en todo el mundo analizan genes, moléculas y proteínas que tengan esta incidencia, el objetivo es desarrollar la medicina del futuro donde un diagnóstico sobre el genoma de cada individuo (genotipificación) permita llevar a cabo una terapia personalizada y a la medida de lo que genéticamente se pueda contrarrestar.

Para lograrlo, se necesitan de muchas herramientas, entre ellas un mapa genético para buscar esos genes de interés y después definir la forma en que pueden ser “intervenidos”.

Ahora bien, un caso paradigmático de cómo este tipo de investigación incidirá de manera favorable en la salud de nuestra población es el trabajo encabezado por Jesús Muñiz Murguía, profesor-investigador del Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Colima y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Una de sus líneas de investigación se enfoca en el estudio de algunas piezas de este rompecabezas genético en uno de los padecimientos que más afecta a los mexicanos: la obesidad.

El especialista en biomedicina estudia unas variaciones genéticas llamadas polimorfismos, que a grandes rasgos son mutaciones genéticas discretas de genes silvestres o ancestrales, pero que no son patológicas, sino una característica más de cada individuo, aunque pueden favorecer o no el desarrollo de una enfermedad.

En este caso, las investigaciones del colimense se enfocan en un par asociado con la acumulación de grasa en el cuerpo; son polimorfismos relacionados con las moléculas en el inicio y final del proceso de utilización de los lípidos para cubrir necesidades energéticas (lipólisis).

El médico, que desde su formación tuvo una orientación hacia la biomedicina, explica en entrevista que al inicio de este proceso intervienen receptores de adrenalina en las células adiposas, cuyo gen correspondiente tiene una variante polimórfica.

Lo que buscaron fue si la molécula que produce este gen adrenorreceptor cambia su eficiencia para producir o intervenir en la lipólisis y liberación de los ácidos grasos libres desde la célula adiposa.

A la salida del proceso estudian el polimorfismo de una proteína llamada carnitina palmitoil transferasa que introduce a los ácidos grasos libres en la cadena respiratoria.

De esta forma, el grupo de científicos han visto la interacción entre los dos polimorfismos o mutaciones de estas moléculas, comparándolas con el comportamiento de genes ancestrales-silvestres.

El estudio realizado con una muestra representativa de colimenses, 300 estudiantes de entre 18 y 24 años de edad, quienes fueron genotipificados, permitió evaluar qué tantos ácidos grasos libres están consumiendo los portadores de los genes ancestrales y aquellos con los polimorfismos estudiados.

RESULTADOS. Ahora, los científicos se encuentran en la fase terminal donde analizan la influencia de los polimorfismos y su relación con portadores de genes ancestrales (en sus diversas combinaciones entre genes adrenorreceptor y carnitina, mutados o no, con otros de representación ancestral). Pero el investigador comparte ya algunas conclusiones interesantes, y bajo la correlación de los resultados con la medición de dietas de los estudiantes participantes y su actividad cotidiana.

“Hemos visto que los portadores de los genes ancestrales de adrenorreceptor y carnitina tienen más propensión a acumular tejido adiposo en su organismo cuando se enfrentan a una forma irregular de consumir sus alimentos durante el día. Es decir, que acumulan su alimentación en una comida a diferencia de aquellos que tienen una dieta balanceada a lo largo del día”.

Pero también han identificado que, en comparación con los portadores de los otros polimorfismos, la carnitina tiene menor eficiencia para el uso de los lípidos como fuente de energía.

El científico apunta que los estos resultados no evidencian que ocurra con exactitud lo mismo en poblaciones de otros estados. “Pero lo que es un hecho es que los genes ancestrales son los más abundantes en la población: la mayoría de los colimenses del estudio tienen genes ancestrales y una pequeña parte (menos del 10 %)  tiene los polimorfismos”.

Pero entonces ¿cómo saber qué mexicano tiene cuál o tal gen? El científico explica que esto se logra realizando una genotipificación de los individuos, donde los médicos en futuras consultas y terapias tendrán nuevos genes para buscar en las personas, como los estudiados por el grupo de la Universidad de Colima que aportan más piezas a este rompecabezas genético.

“Un propósito universal sería tener el conjunto de todos los genes asociados a la acumulación de tejido adiposo y tener la información para saber qué tipo de dieta o actividad deben de tener los individuos dependiendo de sus genes. Esto sería para personalizar recomendaciones, prescripción de actividad física y nutrición conforme las características genéticas de cada individuo”, abunda el científico que añade que ya estudian nuevos polimorfismos asociados a la acumulación y manejo de lípidos en metabolismo de las personas.

Pero recalca que además de tener un mapa amplio de genes, se deben someter a pruebas funcionales, como ellos lo han hecho con los voluntarios, a quienes encomendaron un ejercicio aeróbico controlado y otros protocolos. Estos se estandarizan para recoger la información sobre la influencia de los polimorfismos de manera funcional.

Y la genotipificación, añade, será un procedimiento gradualmente más cotidiano más allá de pruebas parentales y se volverán de uso cotidiano para escanear blancos genéticos para su tratamiento terapéutico.

En el investigador enfatiza que su trabajo continuará, orientado a resolver un problema de salud de México, principalmente su población infantil, y que crece en el mundo, a partir de genotipos básicos, inducción a una dieta balanceada y la reducción del sedentarismo.

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México

AMLO busca solucionar en 5 meses lo que no se resolvió en 10 años del caso Ayotzinapa

El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que la Ley de Amnistíatiene como principal interés la resolución de temas de interés que aquejan al país y en los que se ha constatado la violación de derechos humanos, como lo es el caso Ayotzinapa, el cual conmemora este 26 de septiembre 10 años de la desaparición de los estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos.

Durante su Mañanera de este miércoles, el presidente López Obrador fue cuestionado sobre el propósito de este reforma, la cual fue aprobada la tarde del martes 23 de abril en comisiones del Senado y que, se prevé, sea discutida este mismo miércoles en el Pleno.

Al respecto, el presidente López Obrador reiteró que su principal interés es el caso Ayotzinapa en el que, dijo, se produjo una especie de “pacto de silencio” en el que algunos formaron aparte de la desaparición de los jóvenes y les ofrecen protección; o bien, otros más, que se han cerrado por miedo o amenazas.

López Obrador aprovechó para criticar al Poder Judicial por la liberación de 80 personas presuntamente involucradas en la desaparición de los normalistas- (Cuartoscuro)
López Obrador aprovechó para criticar al Poder Judicial por la liberación de 80 personas presuntamente involucradas en la desaparición de los normalistas- (Cuartoscuro)

No obstante, el mandatario federal confió en que con esta ley el caso pueda resolverse antes de que finalice su sexenio el próximo 1 de octubre.

“Nos va a ayudar mucho, sí nos alcanza el tiempo porque es hacer las cosas legales”, dijo el presidente López Obrador al ser cuestionado sobre si la aprobación de esta ley le permitiría cerrar el caso que cumple 10 años este 26 de septiembre en los cinco meses que le quedan a su gobierno.

Explicó que el propósito de la ley es que haya un respaldo en caso de que se tome un acuerdo con alguien que quiere informar sobre el caso. Y es que precisó que si el presidente no tiene facultades para cumplir con los acuerdos con personas que informan sobre el caso, se estaría infringiendo la ley.

López Obrador aseguró una vez más que su gobierno tiene pruebas de que algunas de las personas que fueron liberadas por jueces por presuntamente haber sido torturadas durante la investigación del caso, en realidad no sufrieron tortura.

El presidente López Obrador también se pronunció a favor de aplicar la Ley de Amnistía en el caso de Israel Vallarta. (Presidencia)
El presidente López Obrador también se pronunció a favor de aplicar la Ley de Amnistía en el caso de Israel Vallarta. (Presidencia)

El presidente dijo que aunque estas 80 personas están en libertad, una vez llegado el momento se buscará abrirles un nuevo expediente.

El presidente aprovechó el tema para volver a la carga en contra del Poder Judicial, en cuyo caso, dijo, los jueces no actuaron solos y de manera independiente al determinar la liberación de las 80 personas señaladas por su presunta participación en el caso Ayotzinapa.

De acuerdo con el presidente, este tipo de actuaciones requiere la anuencia del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que, en este caso, sería la ministra Norma Piña Hernández.

“No fue un asunto nada más de jueces, porque para liberar a 80 presuntos responsables de la desaparición de Ayotzinapa debió haber una consulta al presidente de la Corte. No se avienta un juez a algo así solo. Por mucho que hablen de autonomía”, indicó.

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